Empoderamiento para aumentar el rendimiento
La mayoría de modelos de gestión empresarial del siglo XXI exigen un menor énfasis en las jerarquías y los rangos. Está demostrado que las empresas que mejor funcionan son aquellas que operan en climas de participación e igualdad.
La otra clave parece estar en la delegación de funciones. Sin embargo, no en el acto mismo de delegar, que ya es bastante tradicional, sino en el cómo se delega. O dicho de otro modo, en las condiciones en que lo hacemos.
De ahí que desde hace un par de años se venga insistiendo en el empoderamiento, un término con el que se señala la capacidad de los trabajadores de las empresas de tomar decisiones de manera autónoma, minimizando en la medida de lo posible la supervisión de sus superiores, y a la vez de hacerse responsables de esas decisiones.
¿Qué valores promueven el empoderamiento?
Sin embargo, para que un proceso de estas características logre implementarse en una organización, se necesita un trabajo bidireccional: por un lado, la motivación que desde la gerencia se transmita a los diferentes departamentos; por el otro, una disponibilidad de los trabajadores a acoger dichas políticas.
En el fondo, de lo que estamos hablando es de la posibilidad de que todos los miembros de una organización participen de las decisiones conjuntas. Por tanto, los valores y los elementos que promueven una estrategia de este tipo son:
- Desarrollo del personal: talentos, habilidades, cualificación y formación.
- Confianza: entre los distintos niveles o rangos.
- Responsabilidad: cada miembro es consciente de su aportación al conjunto de la empresa y de lo que conllevan sus labores y funciones.
- Cambio organizacional: la disposición de las empresas a adoptar un modelo de empoderamiento. Por lo general, aquellas que permiten mayor participación de sus trabajadores son las que tienen más altos niveles de empoderamiento.
- El liderazgo: no sólo el liderazgo directivo, sino también el liderazgo que cada trabajador asuma con respecto a sus funciones.
Acciones para fomentar el empoderamiento en tu empresa
Finalmente, si eres gerente de una empresa y estás interesado en desarrollar un plan de empoderamiento del personal que tienes a cargo, empieza por implementar una serie de acciones, entre las cuales podemos mencionar:
- Asegúrate de que el personal está lo suficientemente capacitado como para tomar decisiones de forma autónoma. Si no lo están, es lógico que recurran y dependan de ti o de sus superiores. Formación es igual a autonomía.
- Sé claro al comunicar a tus trabajadores cuáles son sus funciones y lo que la dirección espera de ellos; es el comienzo del empoderamiento.
- Premia a los trabajadores proactivos. Si en tu sistema de incentivos vale la pena ser proactivo, todos se esforzarán por serlo. Reconoce dicha actitud con recompensas justas.
- Planifica reuniones periódicas con tus trabajadores. Ojo, tampoco se trata de caer en el extremo de dar libertad plena a tus colaboradores. Reúnete con ellos cada cierto tiempo y evalúa su desempeño.
- Confía en los tuyos y en quienes te rodean. Es la mejor forma de poner en marcha una estrategia de empoderamiento. La falta de confianza puede dar origen a situaciones de apatía, falta de compromiso, pérdida de objetivos, etc.
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