7 valores empresariales clave para cualquier compañía
Una empresa es una entidad compleja cuyos principales objetivos son económicos. No es ningún secreto que la meta final de la gran mayoría de las compañías es obtener el mayor rendimiento y beneficio económico. Sin embargo, para ello debe tener en cuenta numerosos factores que no han de ser exclusivamente económicos, como pueden ser los valores empresariales.
Los valores empresariales más importantes son aquellos aspectos del comportamiento de una empresa con sus clientes, proveedores e incluso con la competencia, que marcan su línea de actuación y sus principios éticos. A continuación, os mostraremos 7 valores empresariales claves que no pueden faltar en tu negocio ya que impactan al alineamiento cultural.
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Valores corporativos de tu empresa, ¿cómo definirlos?
Las empresas, al igual que las personas, tienen una serie de elementos que las definen y las distinguen del conjunto de organizaciones. Estos elementos se engloban en una categoría denominada valores corporativos de una empresa.
Es bueno aclarar que estos valores no se expresan únicamente a través de aspectos como el logo, el eslogan, los colores, las tarjetas de presentación y demás recursos de la imagen corporativa. Son sólo algunas de sus expresiones, pero no las únicas. También están presentes en el modelo de organización, el tipo de liderazgo, la comunicación de sus miembros y, en definitiva, en el corazón de la cultura corporativa.
¿Por qué es importante definir los valores de mi empresa?
Una buena parte de los emprendedores cree que desarrollar su propia idea de negocio es una cuestión que se fundamenta en dos elementos: el capital inicial y el producto o servicio que se ofrezca a un público determinado.
Y no les falta razón. Sin embargo, hay un tercer componente que no podemos olvidar en este proceso: definir quiénes somos como empresa. Es decir, establecer de forma clara cuáles son los principios que nos rigen como organización.
Los valores corporativos no pueden ser, por tanto, el producto en sí mismo; éste es, más bien, una expresión de aquellos. Lo verdaderamente importante es lo que está implícito en el producto e incluso más allá del mismo. Si tu producto es lo único que te define como marca, ¡es necesario emplearte a fondo en esta cuestión!
Un valor es aquello que sustenta la actividad productiva en una organización y sienta las pautas de comportamiento entre sus integrantes y entre ésta y los consumidores o clientes. Son líneas de acción, mapas de desempeño, directrices en las cuales se enmarca el sentido de nuestra actividad comercial.
Desarrollar una idea de negocio rentable y que dé respuesta a una necesidad específica no es suficiente para triunfar en el mercado. Hace falta diferenciarse y saber cuáles son los principios que le dan vida a nuestra marca.
¿La misión y la visión de una empresa son valores corporativos?
Cuando hablamos de valores corporativos, también es habitual que se nos vengan a la mente dos elementos recurrentes de la comunicación corporativa: la misión y la visión de una empresa. Sin embargo, ¿esta idea es acertada?
En realidad, la misión y la visión no son valores en sí mismos: el primer concepto se refiere a la actividad que desarrolla la empresa y a las necesidades que pretende cubrir; el segundo, por el contrario, son aquellos objetivos o metas que nos trazamos a corto, mediano o largo plazo como marca.
Lo que sí podemos afirmar es que existe una relación directa entre misión y visión y los valores corporativos de una empresa, pues éstos se definen basándose tanto en lo que hacemos como en lo que nos proponemos a futuro.
¿Qué es la misión de la empresa?
La declaración de misión comunica la razón de ser de la organización y cómo aspira a servir a sus principales partes interesadas. Esto a menudo incluye una descripción general de la organización, su función y sus objetivos.
Una declaración de misión debe estar alineada con los valores de una empresa y, por eso, es bastante frecuente que también informe acerca de la declaración de visión, describiendo dónde aspira a estar la compañía en el futuro.
Misión y visión son dos declaraciones que suelen combinarse para definir claramente la razón de ser de la organización y sus perspectivas.
¿Qué es un valor de una empresa?
Los valores son las creencias de un individuo o grupo, y en este caso de la organización, a la que se vinculan laboral, pero también emocionalmente.
Al hablar de los valores de una empresa, podemos recurrir al ejemplo de la declaración de la misión de Starbucks que describe seis principios rectores, los cuales, sirven para comunicar los valores de la organización. Se trata de los siguientes:
- Proporcionar un excelente ambiente de trabajo y tratarse unos a otros con respeto y dignidad.
- Aceptar la diversidad como un componente esencial en la forma en que hacemos negocios.
- Aplicar los más altos estándares de excelencia a la compra, el tostado y la entrega fresca de nuestro café.
- Desarrollar clientes entusiastamente satisfechos todo el tiempo.
- Contribuir positivamente a nuestras comunidades y nuestro medioambiente.
- Reconocer que la rentabilidad es esencial para nuestro éxito futuro.
¿Cuál es la visión de una empresa?
Una declaración de visión, en cambio, es una declaración orientada al futuro del propósito y las aspiraciones de la organización. En muchos sentidos, puede decir que la declaración de la misión establece el «propósito de ser» de la organización, y la declaración de visión dice, «en función de ese propósito, esto es lo que queremos llegar a ser».
Apoyada en los valores de una empresa, la estrategia debe fluir directamente de la visión, ya que está destinada a lograr lo que ésta establece para satisfacer la misión de la organización.
Típicamente, las declaraciones de visión son relativamente breves y pueden concretarse en una sola línea. Una de las más concisas, y a la vez acertadas, sería la declaración de Toyota «en movimiento» que aparece en la mayoría de las comunicaciones a clientes, proveedores y empleados.
¿Qué es la misión visión y objetivos de una empresa?
La misión y la visión se relacionan con el propósito de una organización y, por lo general, se comunican por escrito. La misión y la visión son declaraciones de la organización que responden preguntas sobre quiénes somos, qué valoramos y hacia dónde vamos; respuestas que están siempre acordes con los valores de una empresa, los principios sobre los que se asientan todas las decisiones que se toman.
Un estudio de la firma consultora Bain and Company informa que el 90% de las firmas encuestadas emiten algún tipo de declaración de misión y visión. Además, se ha demostrado que las empresas con una misión y visión claramente comunicadas, ampliamente entendidas y compartidas colectivamente funcionan mejor que aquéllas que carecen de las mismas. Si bien, es preciso puntualizar que se relacionan con la efectividad sólo cuando la estrategia y las metas y objetivos se alinean con ellas también.
Valores corporativos de tu empresa, ¿cómo definirlos?
Las empresas, al igual que las personas, tienen una serie de elementos que las definen y las distinguen del conjunto de organizaciones. Estos elementos se engloban en una categoría denominada valores corporativos de una empresa.
Es bueno aclarar que estos valores no se expresan únicamente a través de aspectos como el logo, el eslogan, los colores, las tarjetas de presentación y demás recursos de la imagen corporativa. Son sólo algunas de sus expresiones, pero no las únicas. También están presentes en el modelo de organización, el tipo de liderazgo, la comunicación de sus miembros y, en definitiva, en el corazón de la cultura corporativa.
¿Por qué es importante definir los valores de mi empresa?
Una buena parte de los emprendedores cree que desarrollar su propia idea de negocio es una cuestión que se fundamenta en dos elementos: el capital inicial y el producto o servicio que se ofrezca a un público determinado.
Y no les falta razón. Sin embargo, hay un tercer componente que no podemos olvidar en este proceso: definir quiénes somos como empresa. Es decir, establecer de forma clara cuáles son los principios que nos rigen como organización.
Los valores corporativos no pueden ser, por tanto, el producto en sí mismo; éste es, más bien, una expresión de aquellos. Lo verdaderamente importante es lo que está implícito en el producto e incluso más allá del mismo. Si tu producto es lo único que te define como marca, ¡es necesario emplearte a fondo en esta cuestión!
Un valor es aquello que sustenta la actividad productiva en una organización y sienta las pautas de comportamiento entre sus integrantes y entre ésta y los consumidores o clientes. Son líneas de acción, mapas de desempeño, directrices en las cuales se enmarca el sentido de nuestra actividad comercial.
Desarrollar una idea de negocio rentable y que dé respuesta a una necesidad específica no es suficiente para triunfar en el mercado. Hace falta diferenciarse y saber cuáles son los principios que le dan vida a nuestra marca.
Valores corporativos: cinco pasos básicos para su definición
Ahora bien, eso no quiere decir que definir los valores corporativos de una empresa sea una tarea sencilla. Muchas empresas tardan bastante tiempo en definirlos y, a veces, no son capaces de fijarlos del todo y pasan a convertirse en valores relativos.
Los valores corporativos no tienen por qué ser ser inmodificables o estrictamente rigurosos. La experiencia nos ha demostrado en no pocas ocasiones que la cultura organizacional de una compañía debe adaptarse a determinados contextos y, por ello, replantearse los principios que motivan su actividad.
Sin embargo, eso no quiere decir que sean de usar y tirar. Las empresas deben ser coherentes a la hora de introducir cualquier cambio en su filosofía corporativa y, en la medida de lo posible, mantenerse dentro de las mimas directrices éticas.
La pregunta entonces es: ¿cómo definirlos? ¿De qué manera se fijan los valores a la filosofía corporativa de una empresa? ¿Qué valores encajan mejor con lo que hacemos? Tomemos como referencia estos cinco pasos:
1) Definir las cosas importantes para nuestra empresa:
Puedes empezar elaborando una lista con las cosas más importantes para tu negocio. Por ejemplo, si te dedicas a la mensajería y la paquetería, sin duda que la puntualidad, la responsabilidad y la rapidez deben formar parte de dicha lista. Estas cosas casi siempre se definen en función del cliente o de procesos internos que consideremos indispensables para alcanzar resultados.
2) Establecer prioridades:
De esta lista es necesario subrayar los elementos más significativos. Recuerda que en un negocio no todo tiene la misma importancia. Es posible que la rapidez sea para ti el elemento de más valor, mientras que otra empresa que se dedica a lo mismo prefiera priorizar la responsabilidad. De eso se trata: de saber qué nos importa más como empresa.
3) Reducir o eliminar las contradicciones:
Ojo, revisa al detalle tus prioridades. Quizá encuentres contradicciones en ellas que puedan ocasionar problemas a la hora de definir tus valores corporativos. Elimínalas o redúcelas al máximo. Recuerda que los valores no pueden anularse los unos a los otros ni generar ambigüedad. La filosofía corporativa se expresa a través de un discurso compacto, sólido y coherente.
4) Hábitos que respalden las prioridades:
El siguiente paso consiste en determinar qué hábitos o prácticas diarias pueden ayudarnos a fomentar los valores que hayamos elegido. Puede ocurrir que se nos ocurran un montón de ideas. Pero también puede pasar que un determinado valor no pueda llevarse a la práctica porque es inconsecuente con el modelo de organización. También esto habrá que tenerlo en cuenta.
5) Identificar rasgos distintivos:
Finalmente, otra forma de identificar los valores corporativos más adecuados es a partir de aquellos elementos, aspectos o rasgos que nos hacen diferentes al resto de empresas del mercado. Por ejemplo, si contamos con la tecnología más avanzada del sector, un valor que puede ir aparejado a ello será la eficiencia de los procesos. Los rasgos distintivos, que también reciben el nombre de ventajas competitivas, se convierten en valores si sabemos explotarlos a nuestro favor.
Cualquiera que sea el área de desempeño o la actividad productiva en la que quieras incursionar, no dejes de repasar estos pasos. Los valores corporativos son mucho más que meros conceptos; son los que expresan tu forma de entender los negocios.
Tipos de valores corporativos
Algunos de los ejemplos de valores corporativos más demandados a día de hoy son transparencia, la participación y la integridad. No son los únicos. ¿Quieres conocer algunos más? Entonces sigue leyendo.
¿Cuáles son los valores de las empresas?
Respeto a sus empleados
Una de las principales condiciones para que los empleados se sientan a gusto y estén motivados en una empresa es que ésta les trate con respeto y les ofrezca todas las facilidades posibles para el desempeño de su trabajo o para su crecimiento personal y laboral.
Toda empresa, principalmente las de gran tamaño, tienen una responsabilidad social para con la comunidad donde está ubicada. Toda empresa debería contribuir, de alguna manera, a mejorar las condiciones de vida en las zonas donde están establecidas, o a impulsar iniciativas que contribuyan positivamente a la vida de la comunidad.
Transparencia y honestidad
Asimismo, una empresa tiene la obligación de ser honesta con sus clientes, proveedores y competencia, así como de mostrar una completa transparencia que se debe reflejar en la presentación de cuentas económicas periódicas y accesibles. La transparencia y la honestidad son imprescindibles para que una empresa pueda alcanzar una buena reputación.
La máxima calidad como meta
Toda empresa debe buscar ofrecer el mejor servicio al mejor precio. Para ello es imprescindible mejorar los procesos productivos y la operativa de la empresa, con el fin de mejorar la eficiencia y eficacia.
Capacidad de análisis y autocrítica
Todas las empresas deben realizar análisis periódicos que les permitan descubrir cuáles son sus fortalezas y debilidades, saber qué errores cometieron en el pasado y no deben volver a ocurrir. Uno de los grandes errores de las empresas es pensar que siempre tienen razón y su estrategia es la adecuada. Sin embargo, la autocrítica es capaz de detectar a tiempo errores que, a la larga, pueden salir muy caros.
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Aprendizaje y adaptabilidad
Otro de los valores de una empresa y que también está relacionado con el punto anterior es la capacidad y conciencia de una empresa de que siempre debe estar en constante aprendizaje. Esto sirve tanto para todas aquellas personas que forman parte de la empresa. Este aprendizaje constante es indispensable para poder adaptarse a los cambios que se puedan producir en el futuro.
Constancia
La compañía debe saber inculcarles a todos sus empleados el valor del trabajo duro y de la constancia. Asimismo, los empleados deben ver que su constancia se ve reflejada en resultados, que redundan en beneficios tanto personales como para la empresa. Esto ayuda a reforzar su sentimiento de identificación con la empresa.
Valores corporativos que propone Standford
Las empresas conscientes son ejemplo para otras, que desean aprender de su enfoque de gestión. Hace unos días, en la web del capítulo español de Capitalismo Consciente se publicaba una lista de valores de una empresa, ejemplos de Stanford. Esta enumeración se habría preparado con la participación de CEO de diferentes empresas de éxito global que, en su día se formaron en dicha universidad.
Los valores de una empresa que, según estos líderes de los negocios, no deberían faltar en ninguna son los siguientes:
- Cuidar al prójimo y tratarle con comprensión y respeto. Imagina cómo te gustaría sentirte e intenta hacer sentir así a los demás en cada situación. Siguiendo esta pauta con los diferentes grupos de interés, se va construyendo una cultura positiva.
- Ser tranparente, ser auténtico y actuar con integridad. Esta es la manera en la que recomiendan actuar para crear lazos basados en el respeto y relaciones duraderas en el entorno laboral.
- Apostar por la franqueza. La habilidad para comunicarse de forma directa y cercana, sin que falte la honestidad, sean cuales sean las circunstancia, consigue que mejoren las relaciones y la motivación en la empresa.
- Confianza máxima. Muy relacionado con el aspecto anterior está este. Si se trabaja por generar y mantener la confianza en la organización, se logra crear un espacio donde todo el mundo se siente cómodo, el conflicto se ve reducido y las diferencias de opinión se resuelven de forma favorable.
- Gratitud. Dar las gracias por el esfuerzo, por el tiempo empleado, por las ideas, por la superación de obstáculos o por los resultados es reconocer el valor de la aportación de los equipos y cada uno de los individuos que forman parte de ellos. Se trata de algo imprescindible.
- Sumar. Crear valor es el propósito de cualquier negocio y eso debe contemplarse en los principios de una empresa. Este valor no tiene por qué ser únicamente monetario, de hecho, se puede causar un impacto positivo en la comunidad o el planeta, por ejemplo, muy beneficioso para el negocio y los grupos de interés, aunque no tenga un retorno económico directo para la organización.
El último de los valores de una empresa ejemplos de Standford habla del entusiasmo y el compromiso. Las organizaciones donde no falta la pasión por lo que se hace llegan muy lejos.
Fomentar los valores de una empresa: algunas estrategias
Ahora bien, la pregunta es cómo hacerlo. Antes hemos dado algunas pistas sobre el papel que debe asumir la dirección en todo este proceso, pero conviene puntualizarlo.
a) Traducirlos a pensamientos, ideas y prácticas:
Los valores suelen ser conceptos abstractos, lo cual dificulta su asimilación. Una clave para ello está en hacerlos visibles a través de prácticas, pensamientos o ideas concretas. Es decir, que encuentren un sitio en el día a día de la empresa.
b) Ser un referente a seguir:
Si el propósito de un directivo es fomentar los valores entre sus colaboradores, debe empezar por dar ejemplo. O lo que es lo mismo, evitar aquellas prácticas que puedan ir en contra de lo que se propone.
c) Incluirlos en el plan de comunicación:
Otro elemento indispensable para que los valores sean acogidos por los equipos de trabajo pasa por incluirlos en el plan de comunicación corporativa, que es el que recoge todas las acciones de la empresa en este terreno. De este modo, la dirección tendrá la seguridad de que en cada estrategia, proyecto o iniciativa se estarán promoviendo dichos valores.
Por último, también conviene reconocer de vez en cuando a los trabajadores que se destaquen por poner en práctica los valores organizacionales. Esto tendrá un doble efecto: por un lado, se hará saber a estas personas que desde la dirección se valora su actitud; por otro, se enviará un mensaje al resto de trabajadores para que se animen a imitarles. Lo que sí debe evitarse en cualquier caso son los métodos impositivos o coercitivos.
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1 comentario
Oscar Camarillo
5 mayo, 2018 20:25
me gustaría que profundizaran en el tema de coaching y el desarrollo organizacional