¿Cómo mantener y mejorar la motivación empresarial?

Si quieres empezar a aplicar el liderazgo transformacional, te enseñamos cómo en nuestra guía: ¿Qué es el liderazgo transformacional y cómo desarrollarlo dentro de tu empresa? 

Hace años las empresas no ponían especial énfasis en la motivación de los empleados. Estos tenían que realizar su trabajo porque sí, como una obligación sistemática, con la presión de los objetivos marcados pero sin alicientes o esperanzas de crecimiento profesional.

Sin embargo, cada vez más, las compañías se están dando cuenta del valor añadido que supone tener un equipo de trabajo motivado. Son los trabajadores quienes realmente marcan la diferencia, la cuestión es: ¿cómo mantener y mejorar su motivación empresarial?

Integración del equipo

La integración de todos los miembros en el equipo y, en especial, de los nuevos empleados, es fundamental para fomentar el sentimiento de compañerismo y el valor del trabajo en grupo. Es el primer paso para que todo el grupo reme en la misma dirección. Las derrotas serán dolorosas, pero las victorias serán mucho más dulces.

Comodidad en el trabajo

El entorno de trabajo es básico para que un trabajador se encuentre cómodo. Debe tener todo lo necesario para realizar su trabajo con eficacia y sin pérdidas absurdas de tiempo. También es básica la limpieza, la iluminación o la distribución del espacio. Por otro lado, permitir fotografías u otros objetos personales también contribuye a que el trabajador pueda sentirse casi “como en casa”.

Ofrecer incentivos

De vez en cuando hay que premiar a los trabajadores por su buen desempeño (no siempre, ya que el trabajo bien hecho debe ser una obligación). Viajes, días de descanso, fiestas o cenas de empresa, invitaciones a conciertos o al teatro… Siempre hay un detalle que se puede tener con ese empleado que rinde a la perfección.

Cada trabajador en su lugar

Un trabajador no puede estar contento o sentirse realizado en su trabajo si está desempeñando una labor que no tiene nada que ver con su capacitación profesional, con sus gustos o con el puesto para el que fue inicialmente contratado. Cada trabajador debe estar en el puesto que le corresponde, aquel para el que disponga de las mejores aptitudes, actitudes y conocimientos.

Oportunidades de crecer con la empresa

El trabajador debe tener alicientes que le hagan estar motivado, y uno de los principales es la posibilidad de ascender dentro de la empresa, por ejemplo, gracias a la realización de cursos de especialización o de las promociones internas periódicas. Le hará ver que se trata de una empresa de futuro y que, con esfuerzo, él también puede ser parte importante de ella.

Delegar en el equipo

Un líder debe ser firme en sus decisiones, pero también debe saber escuchar a su equipo. Asimismo, saber delegar es un síntoma de confianza en los trabajadores, que refuerza su autoestima y les hace ver que son un valor importante para la empresa. Todo ello redunda en un mayor sentimiento de identificación con el proyecto y con la empresa.

Valora nuevas modalidades de trabajo

Por ejemplo, ofrecer a los empleados trabajar desde casa un día de la semana, o distribuir sus horas de trabajo en el horario que mejor les convenga. También podríamos incluir en este apartado (y en el de “comodidad en el trabajo”) la conciliación familiar, es decir, facilitar modalidades de trabajo que permitan compaginar el empleo con el cuidado de los hijos.

Salario y puesto acorde a la valía profesional

Por último, pero no por ello menos importante, está el salario. De hecho, aunque poca gente lo reconoce, lo primero en lo que se piensa en relación a un empleo es el salario que se va a percibir. El sueldo debe estar de acuerdo a los convenios y a la capacitación profesional del trabajador. Ofrecer sueldos demasiado bajos supone el riesgo de perder profesionales muy válidos o que, en su defecto, realicen su labor “de malas”.

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