Motivación laboral: cómo mantenerla

Una vez las empresas han reconocido la importancia de mantener motivados a sus equipos de trabajo, el reto consiste en dar continuidad a las acciones que promuevan dicha motivación; es decir, en asumirla como un plan a largo plazo.

Un error recurrente en el que caen muchos emprendedores es implementar acciones puntuales para subir la autoestima de sus colaboradores. Se cree que con aplicarlas una o dos veces es más que suficiente.

No obstante, la experiencia señala lo contrario. Al igual que elementos como la gestión de calidad y la evaluación del rendimiento, la motivación laboral necesita ser abordada desde un enfoque estructural y organizacional.

Si quieres empezar a aplicar el liderazgo transformacional, te enseñamos cómo en nuestra guía: ¿Qué es el liderazgo transformacional y cómo desarrollarlo dentro de tu empresa? 

 

La motivación, más que un programa de incentivos

Diversos artículos y estudios especializados señalan que el proceso motivacional es más complejo de lo que se cree a primera vista. No basta con introducir un incentivo de tipo material o económico. Es mucho más que eso.

Es más, los premios y las retribuciones económicas son apenas uno de tantos recursos que se pueden emplear a la hora de motivar un grupo de trabajo. Mayor remuneración no implica estrictamente un aumento de la motivación. Tienen que ver, por supuesto, pero no es la única cuestión a tener en cuenta.

Recordemos que la motivación es sobre todo un ciclo en el que podemos diferenciar seis etapas específicas:

  • Equilibrio: punto de partida.
  • Estimulación: introducción de un elemento llamativo o estímulo.
  • Conciencia: reconocimiento del estímulo
  • Acción: respuesta al estímulo.
  • Cobertura: la necesidad ha quedado cubierta.
  • Satisfacción: un nuevo estado.

Por tanto, cualquier acción que esté orientada a mantener la motivación de un equipo de trabajo, debe tomar como referente estas fases esenciales del proceso y determinar en cuál de ellas es necesario implementar acciones concretas.

¿Mantener la motivación? Algunas claves

Ahora bien, volvamos al punto de partida y abordemos las estrategias más habituales a la hora de mantener la motivación en las empresas.

a) Refuerza tus objetivos:

Para motivar hay que saber adónde se quiere llegar. Pues bien, en este caso no sólo se trata de tenerlo claro, sino además de reforzarlo cada tanto. El mayor peligro de cualquier proyecto es que sus objetivos se diluyan o se modifiquen sustancialmente, pues el efecto inmediato será una disminución del interés y del nivel de compromiso de sus ejecutores.

b) Concluye las tareas propuestas:

Por supuesto, un grupo de colaboradores nunca encontrará motivación si las tareas  que les son encomendadas no se concluyen. Sentirán que sus esfuerzos son en vano. La dirección y los jefes de equipo deben velar por la continuidad y la difusión de los resultados.

c) Programa de incentivos:

Los incentivos no pueden ser meramente puntuales. Si de verdad te interesa la motivación a través de este recurso, es importante establecer un sistema de premios al que todos tus colaboradores puedan accedan. Y como todo sistema, debe tener unas reglas y condiciones claras. Ten claro que el objetivo no debe ser el fomento de la competitividad, sino de la productividad.

d) Implementa cambios:

Puede que hayas ensayado varias estrategias para aumentar la motivación de tus trabajadores. Pues bien, si éstas no funcionan o no se adaptan a las necesidades de tu empresa, no dudes en cambiarlas por otras. Por ejemplo, si tus equipos de trabajo son poco receptivos al coaching laboral, intenta implementar un sistema de incentivos para premiar los logros obtenidos. Recuerda que, en el fondo, cada empresa es única y necesita soluciones específicas.

 

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