Razones para aplicar el liderazgo transformacional

Situacional, autocrático, democrático, transaccional. Existen muchos tipos de liderazgo, pero solo unos pocos encaminados hacia la consecución del verdadero cambio, la innovación y la creatividad empresarial. Es el caso del liderazgo transformacional o carismático. En este artículo te explicamos qué es, cuáles son sus características y qué ventajas aporta a la empresa. Toma nota y apuesta por el cambio.

El término de liderazgo transformacional fue acuñado en 1978 por el historiador y experto en liderazgo James MacGregor Burns, quien lo definió como el tipo de liderazgo ejercido por aquellas personas con una fuerte visión y personalidad, capaces de cambiar las expectativas y motivaciones de los seguidores para afrontar el cambio de forma conjunta con los miembros comprometidos del equipo. En palabras del propio Burns, se produce «cuando los líderes y seguidores trabajan juntos para avanzar a los niveles más altos de motivación y moral».  Produce, por lo tanto, notables cambios tanto en la empresa como en cada una de las personas que la forman.

Si quieres empezar a aplicar el liderazgo transformacional, te enseñamos cómo en nuestra guía: ¿Qué es el liderazgo transformacional y cómo desarrollarlo dentro de tu empresa?

Posteriormente, en 1981 el investigador Bernard M. Bass desarrolló el concepto original mediante la Teoría del Liderazgo Transformacional, que establece cuatro características intrínsecas de este estilo de liderazgo:

1. Influencia idealizada: los líderes transformacionales son un modelo, un ejemplo a seguir para el resto de la organización. Tienen carisma, hace que los empleados se sientan importantes y útiles, ganándose su confianza, respeto y admiración.
2. Inspiración y motivación: un líder transformacional sabe transmitir su pasión y motivación por el trabajo y obtiene como feedback altas dosis de compromiso por parte de los colaboradores. El entusiasmo del líder debe medirse con sumo cuidado; nunca deberá sobrepasar los límites de la realidad, en caso contrario, solamente conseguirá desgastar y frustrar a los empleados.
3. Consideración individualizada: el liderazgo transformacional implica una atención personalizada a cada empleado así como conocer las fortalezas y debilidades de cada uno, claves para alcanzar los objetivos y fomentar la proactividad.
4. Estimulación intelectual: el líder con un perfil transformacional detecta e identifica el cambio necesario para la compañía y empodera a sus seguidores para alcanzarlo. Fomenta la creatividad y las nuevas formas de hacer las cosas en beneficio del rendimiento global y de la empresa.

En definitiva, el liderazgo transformacional trata de otorgar poder a los empleados, de aprovechar los errores, conflictos o crisis como oportunidades para mejorar y transformar a los empleados y su modus operandi. Y sobre todo, de motivar, estimular y promover a los colaboradores. Como se suele decir «la palabra convence pero el ejemplo arrasa». Y ese es el papel del líder transformacional.

En la actualidad, muchos son los expertos que abogan por este nuevo modelo dentro de las organizaciones por ser el aliado perfecto para el cambio, el crecimiento y la innovación. No obstante, para afrontarlo con éxito las empresas deben tener unos valores, objetivos y metas claramente definidas para no caer en la inconsistencia. Si es así, las ventajas superarán a los inconvenientes que llevan a una compañía a apostar por esta nueva «forma de ser». Entre ellas, un menor coste de rotación de empleados y clientes. Y es que el líder transformacional -el líder inspirador- tiene poder y capacidad para retener tanto a colaboradores como clientes. Esto supone un ahorro en doble sentido. Por un lado, un menor coste en contratación y en capacitación; por otro, una menor inversión en campañas de mercadotecnia y ventas para nuevos clientes.

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