Vacaciones no disfrutadas: ¿recuperables o no?
30 días laborables de cada año se dedican al merecido descanso y a desconectar lejos de la oficina, el móvil y la bandeja de entrada. Pero ¿qué pasa con las vacaciones no disfrutadas? En doce meses pasan muchas cosas, a veces se trata de cuestiones de índole personal, otras afectan a toda la sociedad en conjunto y tienen como resultado que, por un motivo u otro, no se terminan de gastar los días de vacaciones.
En las siguientes líneas veremos por qué puede darse esta circunstancia, qué situaciones la pueden motivar y cómo resolver el dilema.
Vacaciones no disfrutadas: ¿por qué no se gastan los días de descanso?
Las vacaciones no disfrutadas son algo más común de lo que pueda parecer… aunque a todos nos resulte imposible que algo así pueda pasar, dejar de aprovechar unos días de descanso que siempre se quedan cortos.
Pero hay razones detrás de las vacaciones no disfrutadas:
- Dificultad para encontrar un ajuste de calendario con otros miembros de la familia para poder viajar juntos.
- Coincidencia con una baja laboral, por ejemplo, cuando las vacaciones se solapan con el permiso de maternidad.
- Circunstancias excepcionales, como la realización de un curso presencial pagado por la empresa, como puede ser un máster, que se prolonga y solapa con la fecha prevista para esos días de descanso.
En 2020, muchas personas no quisieron coger vacaciones debido a las restricciones impuestas por el coronavirus. Al terminar el año y empezar 2021 les surgió la duda de qué hacer con esos días. ¿Podían todavía disfrutarlos?
¿Se pueden recuperar las vacaciones no disfrutadas?
Teniendo en cuenta que el mínimo de días dedicados a este fin es de 30 laborables por año, una cifra que puede mejorarse si se pacta con la empresa; hay que tener en cuenta que puede suceder que se hable de vacaciones no disfrutadas total o parcialmente.
Por ejemplo, si coinciden en el tiempo con la lactancia o el embarazo de la trabajadora o si se solapan con una baja o incapacidad (hay que recordar que las vacaciones se deben programar con un mínimo de dos meses de antelación). En cualquiera de estos escenarios, el empleado podría recuperar esos días libres que no pudo disfrutar.
Para no perder sus vacaciones, tendría que tratar de programarlas de acuerdo con la empresa antes de que pasen 18 meses a partir del mes en el que se generaron.
Es importante estar atento a la circunstancia de que cada mes se gana el derecho a disfrutar de 2,5 días de vacaciones.
Por otra parte, recodar que la ley dice que, dentro de la Unión Europea, “se podrán acumular aquellas vacaciones remuneradas y no disfrutadas en años anteriores”.
La forma en que la empresa gestiona asuntos delicados, como el tema de las vacaciones no disfrutadas dice mucho de su marca empleadora. ¿Habías pensado en el impacto que puede tener para la imagen de tu organización? ¿Priorizas la retención de talento en tus políticas internas?
Créditos fotográficos: Chinnapong
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