Retail Intelligence y análisis de datos  

Las empresas siempre han recabado, de alguna u otra manera, información sobre los clientes que acuden a un punto de venta. La diferencia de este proceso en el siglo XXI es que se realiza a través de las nuevas tecnologías de la información. A este proceso se le denomina Retail Intelligence. ¿Sabes cómo llevarlo a cabo?

 

Retail Intelligence: qué tipo de información recabamos

Los puntos de venta, sea cual sea su naturaleza, son los lugares idóneos para recabar información sobre los procesos de compra. No existe ningún otro escenario que nos sea de tanta utilidad en este sentido.

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Sin embargo, conviene aclarar que dicha información puede ser múltiple, pues en un punto de venta confluyen datos provenientes de fuentes diversas.

Entre los datos más habituales que se obtienen tras aplicar los principios del Retail Intelligence se encuentran aquellos relacionados con la interacción en tiempo real entre el fabricante y el consumidor, el tráfico en el puesto de venta, el tráfico en cada anaquel, la detección facial, el análisis de las zonas de calor, la relación entre el precio y la zona geográfica o el perfil de cliente, entre otros.

De hecho, el alcance de esta técnica es tal, que en ocasiones puede servir como punto de referencia para monitorear datos más de mayor alcance, como por ejemplo los precios más competitivos o incluso las tendencias vigentes de mercado.

 

¿Qué ventajas supone aplicar el Retail Intelligence?

Todas las empresas, en un determinado momento u otro, han obtenido información derivada de los puestos de venta. Sin embargo, la diferencia con el Retail Intelligence es que se trata de una acción sistemática y coordinada.

Las personas encargadas específicamente de realizar esta labor se denominan retailers, cuyo principal aporte a las empresas es sincronizar e integrar la información obtenida directamente de los procesos de compra. Entre las razones principales para optar por un proceso de este tipo podemos mencionar las siguientes:

  • Recomendar productos cada vez más personalizados, es decir, que se dirijan a un cliente con una necesidad concreta y que ésta sea cubierta de lleno. Cuanto más personalizadas resulten las experiencias de compra, mejores serán los resultados para los objetivos comerciales de tu negocio.
  • Proporcionar datos fiables sobre el flujo de clientes en tus tiendas, así como los anaqueles más visitados de la misma y el tiempo medio que duró su visita. Una vez hecho el análisis de esa información, podrás saber qué aspectos merecen una mayor inversión y atención de tu parte y, sobre todo, cómo puedes adecuar tu oferta a lo que están buscando los clientes.
  • Calcular el tiempo medio que los clientes dedican a una experiencia de compra de productos. Si bien en principio sólo se trata de un valor numérico, a partir de allí puedes inferir otro tipo de datos, como por ejemplo cuánto dura cada etapa del proceso y cómo podrías, eventualmente, llamar la atención de los consumidores que aún no has logrado captar.

 

No sobre dejar claro que ante el alto flujo de información que podemos obtener tras un proceso de Retail Intelligence, debemos poner en marcha tecnologías acordes no solo para focalizar aquella que consideremos útil sino, sobre todo, para sacarle el máximo provecho en función de nuestros objetivos comerciales.

 

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