Razones para realizar un test de madurez en tu empresa

Un error clásico cuando hablamos de madurez profesional está en pensar que cuantos más años tenemos, más maduros somos. Sin embargo, no es una ecuación tan fácil. Hay otros factores que debemos tener en cuenta.

Por supuesto que existe una correlación entre nuestros años de experiencia y el nivel de madurez que tengamos. El tiempo nos ayuda a perfeccionar nuestros métodos, técnicas y formas de llevar a cabo nuestras funciones. La prueba de ello son los CEOS, cuya principal cualidad reside en sus años de actividad profesional.

Un enfoque recurrente ubica la madurez laboral en el extremo opuesto de la dependencia, es decir, la incapacidad de un trabajador de tomar decisiones por su cuenta y desenvolverse con autonomía.

Sin embargo, también se le suele vincular a un cierto nivel de conciencia que adquiere cada trabajador en determinado momento de su trayectoria. Por ejemplo, se es maduro profesionalmente cuando tenemos claro nuestro papel en una empresa o cuando las expectativas laborales que perseguíamos se han cumplido.

 

¿Para qué llevar a cabo un test de madurez profesional?

Como director sabes que tus trabajadores son uno de los activos más valiosos de tu empresa. De ellos depende, en gran medida, la consecución de los objetivos marcados.

Por eso, una de las preocupaciones de las empresas es saber si las personas que forman parte de su equipo profesional, o aquellas a las que se quiere contratar, son realmente maduras para ocupar el cargo que se les delega.

Los responsables de Recursos Humanos acceden a cierta información del perfil de cada candidato, pero nunca pueden saber a ciencia cierta si están eligiendo a la persona más adecuada. Pese a todos los filtros que puedan aplicarse, apostar por alguien en concreto siempre será una decisión no exenta de riesgos.

Para minimizar dichos riesgos, la psicología empresarial aplica desde hace algunos años una herramienta conocida como test de madurez, la cual analiza la relación entre las características de una persona y las responsabilidades que le han asignado.

Un test de madurez puede ser motivado por distintas razones u objetivos. Entre los más destacados podemos mencionar las siguientes:

  • Examinar los métodos de trabajo de cada persona.
  • Medir su nivel de productividad.
  • Saber cómo afronta el día a día de sus funciones.
  • Tener una idea de su capacidad de innovación y creatividad.
  • Conocer su grado de iniciativa.
  • Saber cómo se enfrenta a situaciones de crisis o a contextos adversos.
  • Analizar su grado de empatía con el cargo.
  • Medir su nivel de satisfacción con la empresa y el cargo.

 

¿Qué preguntas debe incluir un test de madurez profesional?

No está de más advertir que cada empresa tiene sus propios objetivos cuando se trata de realizar un test de madurez, por lo que el formato del mismo puede variar. Lo que sí está claro es que existen categorías esenciales de una herramienta de este tipo, más allá del contexto, la empresa u otros condicionantes.

Un test de madurez profesional suele diseñarse en el formato de pregunta única con múltiple respuesta (a, b o c) e incluye cuestiones como las siguientes:

1. ¿Cumples siempre lo que prometes?

2. ¿Eres impulsivo?

3. ¿Sabes lo que quieres en la vida?

4. ¿Te sientes realizado profesionalmente?

5. ¿Eres de decisiones fijas o flexibles?

6. ¿Tienes miedo al compromiso?

7. ¿Eres el principal responsable de tu estado emocional?

8. ¿Reconoces tus errores?

9. ¿Te llevas bien con las personas de tu entorno?

10. ¿Haces las cosas por cuenta propia?

 

A partir de esta pequeña muestra puedes diseñar tu propio test de madurez. No lo olvides, madurez no sólo implica años de experiencia; también tiene que ver con otros aspectos como independencia, autonomía, adaptación, iniciativa, etc.

 

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1 comentario

Mónica Palacios

2 septiembre, 2016 13:42

Agradeceria infinitamente poder estar a la par de vuestras publicaciones en las que se reflejen las tendencias del mundo empresarial.
Cordialmente,
Mónica

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