Practica el feedback positivo

¿Sientes que tienes feedback con tus empleados o con tus superiores? ¿Es positivo o negativo? La situación ideal es que esta reatroalimentación o feedback sea positiva para conseguir un buen clima laboral y la máxima motivación e implicación de tu equipo. Si quieres saber cómo conseguirlo, ¡sigue leyendo!

 

¿Por qué feedback positivo?

Dar feedback positivo consiste en afirmar, aceptar o aprobar el comportamiento o las acciones de otras personas. El feedback positivo puede ayudar a mejorar nuestras relaciones, aumentar la confianza de la gente, favorecer la motivación y, en general, a hacer las cosas más fáciles para todos. Si trasladamos el concepto al ámbito empresarial, podemos decir que el feedback positivo es el reconocimiento que se debe dar a los empleados por el trabajo que realizan.

El feedback positivo es una acción importante para afianzar las relaciones con los trabajadores, para ayudarles a definir sus habilidades y para reforzar aquellas facetas que precisan de un mayor aprendizaje. Mostrar una opinión sobre el trabajo permite al empleado que se sienta más cómodo en su tarea, más seguro de su labor y consciente de la importancia que tiene para el progreso y crecimiento colectivo de la empresa.

No obstante, es importante no confundir feedback positivo con elogiar solo las virtudes del trabajador y ensalzar sus buenas acciones. También debe incluirse la crítica constructiva para ayudarle a mitigar sus carencias y corregir las insuficiencias que su actividad pueda acarrear.

 

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¡Saca el máximo rendimiento al feedback positivo!

Para conseguir el mejor clima laboral y obtener el máximo rendimiento del feedback positivo, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Establece encuentros programados: no es recomendable evaluar el trabajo de un empleado de forma improvisada. Es aconsejable acordar la reunión con antelación para que venga preparado emocionalmente para el intercambio de impresiones. Es muy importante tener en cuenta el carácter del empleado a la hora de tener un feedback más suave o más exigente.
  • Haz una crítica constructiva personalizada: hay que evitar, más allá de lo suave o exigente que sea el ‘feedback’, comentarios que dañen la autoestima o provoquen que el empleado se ponga a la defensiva. Si el trabajador se cierra en banda no se favorece la mejora y la corrección de los aspectos a mejorar, y si se perjudica su confianza la perspectiva de cara al futuro es de una predisposición cada vez más negativa.
  • Evita los juicios de valor: el empleado debe percibir que la información que se le proporciona es el resultado del conjunto de apreciaciones de varios evaluadores sobre algunas situaciones concretas.
  • Sé descriptivo sin excederte en los detalles: el ‘feedback’ debe ser completo, específico y plagado de matices, puesto que es imposible que ningún trabajador lo haga todo bien o todo mal y cuanto más concretos seamos, más útil será la sesión. Aunque lo que más favorece al ‘feedback’ es que los detalles no los proporcionemos nosotros al empleado de antemano, sino que seamos capaces de guiarle para que los descubra por sí mismo.
  • Favorece la toma de conciencia con preguntas concretas: para guiar al trabajador a encontrar las resoluciones propias en la sesión de feedback, lo más importante no serán las respuestas o soluciones que hayamos predeterminado como pretendidas conclusiones de la sesión, sino las preguntas que le hagamos para que las alcance por sí mismo.

Si consigues establecer este feedback positivo en tu empresa, conseguirás trabajadores motivados y mucho más implicados. No lo dudes y ¡practica el feedback positivo!

 

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