Firma electrónica avanzada: qué es y cómo protege al firmante
¿Has oído hablar de la firma electrónica avanzada? Una firma electrónica es una indicación de acuerdo. A través de un soporte digital, el firmante confirma su aceptación de la información recogida en un archivo. Al igual que su contraparte manuscrita en el mundo offline, una firma electrónica es un concepto legal que captura la intención del firmante de estar sujeto a los términos del documento firmado.
¿Qué es la firma electrónica avanzada?
Una firma electrónica avanzada es una firma digital basada en un certificado avanzado que identifica de forma inequívoca al firmante. Éste tiene el control exclusivo de la clave de firma, por lo que las transacciones que se complementan con esta indicación adquieren un alto nivel de confianza.
Al igual que otros tipos de firma electrónica, la firma electrónica avanzada está regulada por eIDAS, Reglamento (UE) Nº 910/2014, donde se recogen los requisitos que la constituyen.
¿Cuándo utilizar la firma electrónica avanzada?
Las firmas electrónicas se pueden utilizar en una variedad de situaciones. De contratos de empleo, a declaraciones de impuestos y de arrendamientos a solicitudes de certificados. Procedimientos administrativos, transacciones bancarias y gestiones o contratos de distintos tipos ganan en agilidad cuando el intercambio documental se produce de manera digital y se emplea para ello la firma electrónica.
No obstante, hay que tener en cuenta que, si bien los diferentes niveles de firmas electrónicas, como la firma electrónica avanzada o la simple, pueden ser apropiados en diferentes contextos, sólo se reconoce explícitamente que las firmas electrónicas calificadas tienen el efecto legal equivalente de las firmas escritas a mano en toda la UE.
¿Qué tipos de firma electrónica existen?
En la actualidad, existen tres tipos de firmas electrónicas. Cada uno representa un nivel de confianza diferente, y van desde el nivel simple al calificado.
Firma electrónica simple, firma electrónica avanzada y firma electrónica calificada son las tres opciones, cada una con sus requisitos específicos que, invariablemente, superan a los exigibles a las firmas de nivel inferior sucesivamente.
Así, una firma electrónica simple, cumple con el mínimo de requisitos, bastando para emplearla con adjuntar o asociar lógicamente unos datos con otros, también en formato electrónico, que el firmante utilice para firmar. Acompañar el texto de un email con el nombre de su autor podría constituir una firma electrónica.
La firma electrónica avanzada es más sofisticada y se apoya en el uso de una infraestructura de clave pública, que implica el uso de certificados y claves criptográficas. Por este motivo, nadie puede quedar identificado por ella, a excepción del signatario, única identidad con la que se vincula.
Todo el control estaría en su mano, hasta el punto de que cualquier cambio posterior de los datos contenido en el documento firmado pudiera ser detectable.
Por último, hay que hablar de la firma electrónica calificada, que supera a la avanzada al basarse en un certificado calificado y sólo poder ser creada por un dispositivo de creación de firmas calificado.
La seguridad de la información es una prioridad hoy día y las diferentes formas de proteger los datos que aportan las firmas electrónicas, en especial la firma electrónica avanzada y la calificada suponen una ventaja, para particulares y empresas.
Créditos fotográficos: tonefotografia
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