De la economía señorial al sistema de libre mercado: un repaso por los sistemas económicos de la historia
La historia del ser humano se ha caracterizado por su constante evolución y la implementación de nuevo sistemas a través de los cuáles generar los recursos necesarios para desarrollar su día a día. Digamos que la economía es casi tan antigua como el propio hombre. Hoy día hemos alcanzado unos niveles de desarrollo económico inimaginables hace tan solo 50 años. Pero, ¿cómo empezó todo? Para entender donde estamos, muchas veces es bueno mirar hacia atrás para saber de donde venimos.
El sistema económico más básico y antiguo conocido es la economía doméstica y pastoral. Esta se desarrollaba alrededor de un núcleo que era la familia. Una economía basada en la agricultura y en el pastoreo nómada. El regidor de la misma era el padre de familia. Durante la antigüedad, el comercio floreció en el Mediterráneo, alcanzando su máximo apogeo durante el Imperio Romano. Así, llegamos a la Edad Media, y vendría la economía señorial.
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Economía Señorial
La familia deja de ser el centro de la actividad económica y se pasa a un modelo más amplio en el cual nos encontramos con un señor feudal propietario de las tierras y unos siervos que las trabajan a cambio de protección y pagando una parte importante de la cosecha. El feudalismo dominó Europa durante toda la Alta Edad Media. Durante este periodo las actividades se diversificaron. Con todo, las técnicas continuaron siendo muy rudimentarias y los rendimientos escasos. En la economía señorial, la agricultura era la actividad económica principal. Los intercambios comerciales no tienen peso y apenas existía industria más allá del trabajo artesanal de los gremios.
Economía Artesanal
A partir del siglo XI, la situación comenzó a cambiar con un gran crecimiento de las ciudades y también gracias a la expansión comercial conseguida a través de las Cruzadas. El rural cedería el testigo del domino económico a las ciudades donde la pequeña industria artesanal que se convertiría en el centro generador de intercambios de productos y servicios.
Mercado Capitalista
Con el descubrimiento del Nuevo Mundo y la llegada de la Edad Moderna aparece el mercado capitalista impulsado por el comercio a escala mundial y bajo el fundamento de la búsqueda de ganancia a través del intercambio comercial.
Sistema de libre empresa
Con el derrocamiento del Antiguo Régimen y la llegada del liberalismo llego un sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción. Los agentes económicos eran los que tomaban las decisiones con el objetivo de maximizar sus beneficios, guiándose por los precios de mercado –que responden a la ley de oferta y demanda-, y que jamás debe ser regulado.
En el siglo XIX, con la Revolución Industrial se conformó el capitalismo moderno con la conjunción de maquinismo y liberalismo y donde se conforman los elementos básicos del capitalismo: jurídico, técnico…
El socialismo surgió como respuesta al capitalismo. Sus principales premisas son la propiedad colectiva y la propiedad estatal de los medios de producción. Se eliminan las clases y desaparece la propiedad privada.
Economía de libre mercado
El sistema de libre mercado basa su razón de ser en que todas las actividades económicas dependen de la iniciativa de los individuos, las empresas y los mercados. Se exceptúan algunas actividades como la defensa del Estado y la regulación y mantenimiento del orden del mismo. En la economía de libre mercado, los individuos deciden sobre su manera de generar su capital y recursos.
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2 comentarios
Rafael Vázquez
16 mayo, 2016 17:47
El devenir histórico de la economía ha demostrado como la humanidad ha trazado líneas ondulantes hacia la democratización de los recursos financieros y la humanización de las relaciones micro y macroeconómicas.
José Jerónimo
12 junio, 2023 17:24
Hola, soy graduado en Historia por la Universitat de València. Tras leerme este texto, concluyo en que el autor del mismo no solo no ha pisado en su vida una facultad de historia o relacionada, sino que, además, no ha leído absolutamente ningún manual de historia. En este texto, hay fuertes y graves errores, y se repiten varios mitos históricos, de esos que, por desgracia, están muy difundidos en nuestra sociedad.
Aconsejo encarecidamente que los responsables de este sitio web retiren inmediatamente este texto, el cual, seguramente, está provocando la difusión de datos erróneos que están ofreciendo una visión muy equivocada de la historia en general, y de la Edad Media en particular. Al menos, sería prudentísimo que el autor revise y corriga este texto, después de leer algún manual escrito por un historiador investigador reconocido, como ‘¿Por qué Europa? Fundamentos medievales de un camino singular’ de Michael Mitterauer; o bien ‘La formación de Europa: Conquista, colonización y cambio cultural, 950 – 1350’ de Robert Bartlett; o bien ‘En l’horitzó de la història ibèrica. Pobles, terres, sobiranies (Segles V-XV)’ de Rafael Narbona; o bien ‘La economía medieval’, de Philippe Contamine, Stéphane Lebecq, Jean-Luc Sarrazin y otros autores.
El primer error que veo obligado señalar es hablar de ‘economía señorial’ en referencia a la Edad Media. Los historiadores medievalistas y modernistas que he tenido en la facultad, han afirmado que hay corrientes historiográficas que defienden que es más apropiado hablar de ‘economía feudal’ para la Edad Media, mientras que para la Edad Moderna es más apropiado hablar de ‘economía señorial’. Por tanto, es conveniente tener cuidado con esta expresión.
Además, aquí falta hablar de territorios y regiones, ya que la economía feudal (E histórica, en general) varía mucho de un continente a otro, y de una región a otra. La economía feudal de Europa occidental presenta fuertes diferencias frente a la economía de los estados tributarios de Europa oriental, el norte de África y Próximo Oriente, por lo que habría que especificar la zona de la que se habla. Y las economías feudales del interior y de la costa de la península ibérica también presentan diferencias que cabe señalar. Lo mismo ocurre entre la Europa al sur de los Alpes y la Europa al norte de los Alpes, o entre la Europa al oeste del río Elba y la Europa al este del Elba.
Y, por último, importantísimo tener en cuenta que la Edad Media no es una época de hundimiento de la economía, sino de profundas transformaciones. También hubo un importantísimo desarrollo económico en la Europa medieval, pero varía según los periodos y los territorios. Por ejemplo, en Europa central, en la Plena Edad Media (Siglos XI-XIII; desde el año 1000 hasta el 1300), los señores alemanes, que habían estado conquistando y colonizando bosques, humedales y prados donde cazaban, empezaron a difundir la práctica de atraer campesinos inmigrantes para que roturasen sus señoríos, para cultivarlos y así cobrar una renta (Parte de la cosecha), lo cual fue un desarrollo económico impresionante. Su objetivo era el cobro de rentas, maximizar la ganancia de recursos. Además, eso de que los campesinos pagaban al señor una parte importante de la cosecha es medianamente falso. Esto depende de la región y de la época.
En el caso de los señores feudales europeos de la Plena Edad Media que conquistaron nuevos territorios, se vieron obligados a ofrecer unas condiciones ventajosas a los campesinos que aceptasen ser sus vasallos, ya que poseían señoríos vacíos o con escasa población, y su objetivo era atraer inmigrantes, no evitar su inmigración con fuertes medidas. Por ejemplo, no es lo mismo un remensa de la Cataluña Vieja (Cataluña septentrional) que un enfiteuta del reino de Valencia. El primero era un siervo (Vasallo no libre, sometido a trabajos obligatorios) y tenía condiciones de vida peores (Por ejemplo, no podía desplazarse a vivir a otro lugar sin permiso de su señor), mientras que el segundo era un campesino libre que podía plantar lo que quisiera en las parcelas de su dominio, podía circular y emigrar libremente, pagaba una renta laxa (La cual, no obstante, dependía del contexto), y la ley le protegía contra posibles abusos de su señor. La presión de renta dependía especialmente del tipo de contrato feudovasallático existente entre un señor y su vasallo, aunque también de la coyuntura económica. Por ejemplo, el contrato de aparcería era aquél en que el vasallo debía una mayor parte de la cosecha al señor, porque éste le cedía al campesino los animales de tiro, el utillaje agrario, la simiente, etc., debido a la pobreza del vasallo. Por eso, esa horrorosa imagen del campesino trabajando la tierra con las manos que aparece en la serie televisiva ‘La catedral del mar’ es una auténtica aberración para un historiador. Eso es una mentira terrible, puesto que, como digo, los campesinos pobres recibían de su señor todo lo necesario para trabajar la tierra, a cambio de una renta mayor. Es lógico, al señor no le interesa que sus vasallos pobres se tuerzan el lomo para luego no poder pagarles una renta satisfactoria, sino que les dará lo necesario para poder cobrar una renta significativa, además de poder exigirles un mayor volumen de frutos.
También habría que hablar de la protoindustria del campo. Sí, así es: Hubo industria en el mundo rural, y allí fue precisamente donde surgió la economía precapitalista, ya que empresarios o capitalistas ofrecían la materia prima a los campesinos del campo, y tras elaborar éstos las manufacturas, el empresario volvía y les pagaba a destajo, y se llevaba la mercancía para venderla en otro lugar. El campo era un espacio muy dinámico económicamente en la Edad Media. Y otro asunto: En general, en Europa el dominio económico estuvo en el mundo rural, agrario y especialmente agrícola desde el Neolítico hasta mediados del siglo XX. El dominio que cambia en la Edad Media, concretamente en la Baja Edad Media, es el dominio político, que pasa del campo (Castillos, señores feudales) a las ciudades, que se convierten en los principales centros de poder, debido al aumento del autoritarismo monárquico, fundamentado en buena medida en las villas de realengo, y debido también a una importante emigración de los señores feudales desde los castillos de sus señoríos hacia las principales ciudades, donde se construyen palacios.
Un dato sobre los famosos gremios: Hay ciertas corrientes historiográficas que defienden que es más apropiado hablar de ‘corporaciones profesionales’ para la Edad Media, y que la expresión ‘gremio’ es más apropiada para la Edad Moderna. Téngase cuidado con los términos y expresiones.
Por último, diré que es conveniente hablar sobre la economía holandesa del siglo XVII, contexto en que, según algunos historiadores, comienza el capitalismo. También habría que hablar del siglo XVIII, especialmente aspectos como el desarrollo del capitalismo en Inglaterra (Especialmente en el campo) y como las medidas de los ministros españoles en favor de una economía más libre, como las medidas de Floridablanca.
Estos sitios web, que no son gestionados por historiadores investigadores, convendría que, en vez de consultar otros sitios web o libros no especializados, consultaran fuentes fiables, especialmente artículos científicos y manuales de historiadores investigadores reconocidos, y luego, a la hora de exponer conocimientos históricos, lo hicieran citando a los historiadores, y, en vez de limitarse a exponer hechos, que pusieran más atención en remitir a los lectores a esos artículos y manuales, donde hallarán una visión de la historia mucho más completa, entendible, y sobre todo mucho más correcta, con unas interpretaciones fundamentadas por profesionales especializados, que saben mucho mejor manejar las fuentes e interpretar la historia.