Aumenta la motivación de los equipos de trabajo

La motivación laboral es ante todo un ciclo y como tal debe entenderse. Es decir, no es un elemento que se mantenga por sí solo. Una vez se han emprendido acciones para ello, es necesario insistir en el incentivo de los grupos de trabajo, independientemente de cuál sea el método empleado para ello.

Entre las principales etapas del ciclo motivacional se encuentran el estado inicial, la estimulación, la conciencia, la acción y la satisfacción.

O dicho de otra forma, en este aspecto no vale con poner el piloto automático, pues tal cosa no existe. La motivación debe ser una acción estratégica, coordinada y constante, alimentada con acciones diarias que estén incluidas en un plan elaborado desde la alta dirección y puesta en marcha por los Recursos Humanos.

 

Aumentar la motivación: cómo y cuándo hacerlo

Imagina que tienes una empresa con un número aproximado de 30 colaboradores. La actividad comercial, sea cual sea, depende en gran parte del desarrollo de proyectos a corto o medio plazo. Por tanto, es fundamental que tus equipos de trabajo se sientan motivados y tengan un alto sentido de pertenencia.

Tú, como directivo, has puesto en marcha un par de acciones para que esto sea así, y en términos generales te ha dado resultado. Los niveles de rendimiento así lo muestran.

Sin embargo, de eso ya hace un par de meses.

El asunto ahora pasa por cómo mantener esos niveles de motivación de cara a nuevos proyectos. ¿Mantener las mismas estrategias de antes? ¿Modificarlas? ¿Apostar por otras? Espera un poco, no respondas aún; a continuación te presentamos un conjunto de prácticas que puedes aplicar. Elige la que más te convenga:

  • Facilita la formación:

Pocas cosas tan gratificantes como sentir que un grupo de colaboradores evoluciona y que su empresa ofrece herramientas para hacerlo. En este sentido, la máxima es clara: a mayor formación, mayor competitividad y rendimiento.

  • Fomenta la promoción interna:

También es importante que, al evolucionar, los colaboradores puedan acceder a los procesos de promoción o de ascenso. Es un elemento inevitable cuando la empresa apuesta por la capacitación constante. Si se cierran estas puertas, los trabajadores sentirán que no se les toma en serio y buscarán otras opciones.

  • Mejora la comunicación:

Hay una relación directamente proporcional entre la motivación y la comunicación. Aunque los estímulos sean los mejores, si la información presenta deficiencias o si no cumple con su objetivo las dinámicas de grupo se resentirán. Toda persona rinde más si le mueven metas claras y específicas.

  • Insiste en la compensación:

Insistir una vez en las recompensas es importante, y quizá hasta una segunda y una tercera. Pero, ¿por qué no convertir aquello en un plan con normas internas, plazos y barómetros de medición? Esto es lo que se denomina un sistema de incentivos, algo especialmente útil para las empresas que trabajan en torno a resultados, como por ejemplo los departamentos de ventas. Si se establece de tal modo, pronto será un elemento más de la cultura corporativa y dejará de ser un componente aislado.

 

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Lider Transformacional


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1 comentario

Cesar

18 febrero, 2017 16:56

Muy interesante.

https://goo.gl/4cMBV6

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