Evaluar por competencias, ¿qué ventajas tiene?

El método de evaluar por competencias es uno de los más recurrentes en el terreno laboral actual. Su gran aporte a la gestión empresarial radica en el hecho de definir una serie de elementos que antes se tomaban por separado: perfiles ocupacionales, talentos y habilidades sociales, objetivos, productividad, entre otros.

Además de ello, se trata de un modelo que combina los criterios tradicionales para la medición de resultados u objetivos laborales: los cualitativos y los cuantitativos, algo que pocas veces se observa con una eficacia real.

 

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Evaluar por competencias. ¿De qué modelo venimos?

Para comprender mejor aun lo que significa evaluar por competencias, es preciso tener antes una referencia de cómo han sido tradicionalmente los métodos y criterios de seguimiento, medición y análisis en el ámbito empresarial.

Lo primero que debemos señalar es que la mayor parte de las evaluaciones se han realizado exclusivamente en términos cuantitativos, es decir, reflejadas en valores numéricos. Se trata del sistema tradicional de calificación que hemos visto aplicado desde los primeros años de escuela.

Otro factor importante es que durante mucho tiempo las evaluaciones tomaron como única referencia las competencias metodológicas, es decir, aquellas que determinan el nivel de organización técnica del que somos capaces en nuestros respectivos escenarios.

El predominio de estas competencias disminuyó la posibilidad de adoptar métodos de evaluación basados en competencias sociales e individuales, las cuales tienen, según lo han publicado varios estudios al respecto, un 70% del peso en el perfil ocupacional de cualquier trabajador, especialmente si es un director empresarial.

O dicho en pocas palabras: en la sociedad actual existe la tendencia a evaluar un 80% de conocimientos y apenas un 20% de habilidades. ¿Qué podríamos hacer para cambiar esta proporción?

 

¿Cuál es el mejor momento para evaluar por competencias?

El objetivo central de cualquier método que pretenda evaluar por competencias es tener una referencia de la situación laboral de los trabajadores en lo que se refiere a sus conocimientos, habilidades, destrezas, capacidades y conductas.

Algunas empresas los aplican en los trabajadores que ya forman parte de su plantilla, por ejemplo cuando se quieren realizar reestructuraciones, mejoras internas o se pone en marcha una política de calidad, entre otros casos.

Cuando es así, se les denomina proceso de evaluación del desempeño, un aspecto en el que también es notorio el distanciamiento con técnicas y metodologías tradicionales.

La gran mayoría de dichas técnicas plantearon, hasta hace relativamente poco tiempo, un sistema en el que solo se tenía en cuenta la relación entre el número de acciones realizadas y el tiempo invertido en ello. Por fortuna, los enfoques modernos proponen un concepto de productividad mucho más amplio, rico y eficaz.

Productividad es, en el actual contexto, una suma de factores como el clima laboral, las garantías salariales, el sistema de incentivos, el tipo de comunicación entre niveles, los recursos proporcionados, la formación complementaria, las políticas de conciliación con la vida familiar y, en últimas, el bienestar social de los trabajadores.

Ahora bien, algunos responsables de empresas aseguran que lo idóneo es aplicar los modelos de evaluación por competencias en procesos de selección de personal que se encuentren en fases decisivas, con lo cual se puede tener una imagen más o menos homogénea de cada candidato y del potencial que podría proporcionar a la compañía.

 

¿Qué ventajas supone evaluar por competencias?

Vayamos ahora al terreno práctico y desglosemos una a una las principales ventajas de evaluar por competencias en tu negocio. Si ya lo has hecho antes, seguro reconocerás algunas de ellas. Veamos de qué beneficios hablamos:

  • La evaluación no es genérica; es puntual: a los trabajadores se les evalúa no en función de patrones genéricos, sino más bien tomando como referencia las competencias propias de su cargo o plaza. De poco sirve que, por ejemplo, alguien sea un experto en razonamiento abstracto o en solución de problemas si lo suyo es otra cosa. A eso nos referimos con criterios puntuales.
  • Plantea estrategias específicas para la solución de problemas: tras la evaluación por competencias, casi siempre suelen aparecer fisuras o fallos en el funcionamiento de las empresas. Muchas veces son mínimos, pero en cualquier caso es preciso tenerlos en cuenta: falta de formación, pocos incentivos, apatía, perfil infravalorado, entre otros. La información que se extraiga de la evaluación ayudará a la formulación de soluciones puntuales.
  • Permite un conocimiento detallada de cada trabajador: al tratarse de una evaluación puntual, incluso cuando se refiere a grupos de trabajo, quienes están al frente de los negocios o de los procesos de gestión del talento acceden a valiosos datos que permiten componer un perfil pormenorizado de cada uno de los trabajadores. Conocemos de primera mano sus capacidades, habilidades, talentos, destrezas y tasamos con mayor precisión los aportes que suministran al conjunto de las organizaciones.
  • Aumenta el nivel de compromiso con el proyecto: las estrategias para evaluar por competencias no tienen por qué considerarse algo negativo a nivel interno. Al contrario, deben servir para hacerle ver a los trabajadores que sus esfuerzos son valorados y que por ello lo que se busca es mejorar día tras día. De lo contrario, ¿para qué hacer todo aquello? Esto, a su vez, debe traducirse en un aumento de la productividad y del bienestar laboral, pues a fin de cuentas son ellos quienes tienen el control de su desarrollo profesional.
  • Adopta un sistema de mejora continua a nivel interno: si sabes sacar el máximo provecho a un método de evaluación por competencias, la información que se derive de él servirá también para adoptar un sistema de desempeño aplicable a todas las áreas de tu negocio. Realizadas estas evaluaciones cada cierto tiempo, y aplicadas las soluciones que se deriven de ellas, acabarás por implementar la cultura de la mejora continua, que no es otra cosa que estimular a tus colaboradores para que den lo mejor y se superen a sí mismos cada vez.

 

 Como ves, no son pocos los beneficios que supone evaluar por competencias a tus colaboradores. Sin embargo, si quieres que los resumamos en una sola palabra, vamos a tomar ese riesgo: productividad…. Y tú, ¿cuál palabra elegirías?

 

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