Desarrollo curricular: 4 claves que abren puertas
El desarrollo curricular no solo consiste en trabajar el contenido, formándose, reciclándose y adquiriendo nuevas habilidades. En la actualidad, la competencia en el mercado laboral es alta y los mejores candidatos saben cómo ponérselo fácil a los reclutadores, para terminar siendo seleccionados entre un amplio número de CV y candidaturas.
No hay que olvidar que, hoy día, tener el CV al día es la forma más efectiva de promocionarse, ya que muchas empresas tienen a sus expertos de selección de personal tratando de encontrar a los perfiles más interesantes en LinkedIn, en una búsqueda que incluye también a quienes no buscan empleo activamente.
Cómo mejorar la imagen profesional a través del desarrollo curricular
Hasta que llega el momento de mantener el primer encuentro cara a cara, la imagen que los reclutadores tienen de un profesional está relacionada con lo que perciben de su CV. El desarrollo curricular se convierte en una práctica indispensable para no perder relevancia y captar su interés.
Cada candidato deberá trabajar por adquirir nuevas capacidades, ampliar su base de conocimientos, abrirse a nuevas posibilidades y desarrollar su talento para alinearlo con las exigencias de los nuevos tiempos. Además, conviene que “la forma” acompañe al “fondo”. Para ello, es aconsejable:
- Imagen de un currículum moderna, llamativo y visualmente impactante. Eso no significa que el currículum deba ser una obra de arte. Un diseño optimizado con fuentes menos habituales, organización clara y un toque de color siempre es una buena opción. No hay que olvidar que se debe buscar resaltar la información más importante.
- Diseño profesional y apropiado para el trabajo que se está solicitando. Puede ser una buena idea estudiar la psicología del color para terminar de decidir qué esquemas cromáticos atraerán más la atención del empleador de preferencia. Es importante recordar que al tener en cuenta este aspecto en el desarrollo curricular se está mejorando la capacidad de promocionarse ante empleadores potenciales. Para dar la mejor impresión posible hay que invertir tiempo en este resumen de las capacidades profesionales que define a uno.
- Concentrarse en los logros, no solo en las habilidades. Mostrar los principales logros en lugar de simplemente enumerar en qué se es bueno resulta esencial. Si bien el trabajo puede requerir que se conozca, por ejemplo, Microsoft Office, enumerar esto como una habilidad no lo colocará por delante de otros candidatos. Los empleadores están mucho más interesados en lo que cada profesional ha logrado con sus habilidades. El uso de cifras y porcentajes concretos también puede agregar peso a cada punto del currículum. Por ejemplo, explicar que se ha logrado gestionar efectivamente a cincuenta personas es más impresionante que decir que se tiene capacidad para administrar un equipo.
- Prestar especial atención a los requerimientos específicos. Puede ser apropiado citar ciertas capacidades para mostrar que se ha leído atentamente la publicación de trabajo. No importa si no se cuenta con todas las que se solicitan en la oferta de empleo.
Por último, una recomendación práctica. Los currículums densos y sin demasiados espacios son difíciles de leer y, por lo tanto, es más probable que sean rechazados. Tener una buena cantidad de espacio en blanco en la página facilita la lectura y mejora directamente la posibilidad de causar una buena impresión.
Además, hay que tener en cuenta que es más probable que los reclutadores presten atención al tercio superior de un currículum, por lo que, en este espacio, interesa incluir los logros más notables, la habilidad que se considera más valiosa y la información de contacto básica.
¿Listo para dar un nuevo enfoque al desarrollo curricular y su posterior expresión? Es hora de mejorar el CV y sacar más partido a ese espacio en LinkedIn, una oportunidad que nadie puede permitirse desperdiciar.
Créditos fotográficos: DragonImages
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