Contrato indeterminado: pros, contras y alternativas
Un contrato indeterminado, o a plazo indeterminado, es otro de los nombres que recibe el contrato indefinido. Por su duración, que no está sujeta a término cierto, se les conoce como permanente o continuos cuando no hay una fecha de finalización fija.
Existe un entendimiento de compromiso mutuo, pero cualquiera de las partes puede aprovechar la flexibilidad que da esta forma contractual para finalizar la relación, siempre que se cumplan los requisitos que impone la ley para tal caso.
Los contratos indefinidos pueden ser beneficiosos para ambas partes, ya que las dos ganan en seguridad, si se compara con otras alternativas menos estables.
Razones para optar por un contrato indeterminado
Un contrato indeterminado evita burocracia y papeleo. Permite seguir trabajando año tras año sin un nuevo contrato que negociar o firmar. Si desea un aumento, más beneficios o un cambio en el rol o la jornada, se negocia, se llega a un nuevo acuerdo y basta con modificar los términos del contrato correspondientes, pero no la duración.
Entre las ventajas que más tienen en cuenta quienes escogen este tipo de acuerdo se encuentran las siguientes:
– La empresa que muestra este tipo de compromiso con los integrantes de su plantilla, logran una mayor satisfacción con als condicions laborales, que facilita la proyección de una imagen de marca empleadora más positiva.
– Cuando en un mismo equipo todos los miembros tienen las mismas condiciones de empleo, existe mayor unidad y menos conflictos por esta causa.
– Las organizaciones que ponen su vista en el largo plazo, se benefician de un programa de atracción y retención de talento que se alinee con los valores que representa el contrato indefinido.
– Optar por el contrato indeterminado reduce costes. Hablamos de los de formación y onboarding, inevitables cuando se produce la rotación constante de personal.
– Es más fácil evitar el abandono de talento, cuando se ha entregado a los empleados la mejor opción contractual posible.
No obstante, antes de ofrecer un contrato indeterminado, hay que valorar sus desventajas. Para la empresa, las más relevantes son:
– Caso de presentarse dificultades financieras etapas de crisis, no resulta tan sencillo hacer recortes en la fuerza laboral para ahorrar dinero.
– cuando el empleado cuenta con un contrato indeterminado, finalizar la relación laboral puede resultar un proceso más costoso y complejo que en otras circunstancias, cuando el vínculo se ha formalizado mediante otras formas de acuerdo.
– Los empleados pueden malinterpretar la estabilidad que les ofrece esta forma de acuerdo, confiarse y perder su motivación, lo que repercutiría en su rendimiento.
Alternativas al contrato indeterminado
Existen otros tipos de contratos laborales que, aunque no sustituyen a un contrato indeterminado, resultan más sencillos de gestionar para la empresa.
Así, cuando no se tiene claro querer firmar un vínculo de carácter indefinido, siempre se puede recurrir a un contrato temporal. Afortunadamente, nuestra legislación prevé diferentes formas de convertir este tipo de acuerdos en uno sin fecha fija de finalización.
Otra opción son los contratos de prueba, que permiten a las partes darse un tiempo en el que llegar a conocerse mejor antes de tomar una decisión con mayor trascendencia, lo que suele plantarse al cabo de tres o seis meses.
Créditos fotográficos: gorodenkoff
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