¿Conoces los beneficios de los instrumentos derivados?
Lo que se conoce como instrumentos derivados de la gestión empresarial no es otra cosa que los elementos cuyo valor en un mercado no depende de sí mismos, sino que es relativo a otros que se denominan elementos subyacentes.
Por ejemplo, en esta categoría entran todos aquellos productos que están directamente ligados a factores como los bonos, las divisas o las materias primas de un mercado, y que por tanto fluctúan en función del comportamiento de estos últimos.
Contents
¿Qué son los instrumentos derivados?
Los derivados son contratos financieros cuyo valor está vinculado al valor de un activo subyacente. Son instrumentos financieros complejos que se utilizan para diversos fines, incluida la cobertura y el acceso a activos o mercados.
¿Cuáles son los instrumentos derivados?
Los instrumentos derivados son los que se utilizan a menudo para cubrir el riesgo de una parte de un contrato, mientras que ofrecen el potencial de altos rendimientos para la otra parte. Se han creado derivados para mitigar una cantidad notable de riesgos: fluctuaciones en los precios de acciones, bonos, materias primas e índices; cambios en los tipos de cambio; cambios en las tasas de interés; y los eventos del tiempo, por nombrar algunos.
Ejemplos de instrumentos derivados
Futuros, swaps y forwards son algunos de los tipos de instrumentos derivados más comunes.
Aunque, además de esos tres ejemplos de derivados, también pueden encontrarse activos subyacentes como acciones, bonos o divisas.
Uno de los derivados más utilizados es la opción. Veamos un ejemplo de su uso:
Pongamos una empresa que participa en la producción de alimentos preenvasados. Son grandes consumidores de harina y otros productos básicos, que están sujetos a movimientos volátiles de precios.
Para que la empresa pueda asegurar cualquier tipo de coherencia con su producto y cumplir con sus objetivos finales, debe poder comprar productos a una tasa predecible y favorable para el mercado. Para hacer esto, firma un contrato de opciones con los agricultores o productores de trigo para comprar una cierta cantidad de su cultivo a un precio determinado durante un período de tiempo acordado.
Si el precio del trigo, por cualquier razón, supera el umbral, la empresa puede ejercer la opción y comprar el activo al precio de ejercicio. No obstante, la empresa paga una prima por este privilegio, pero recibe protección a cambio de uno de sus costes de insumos más importantes. Si, por el contrario, la empresa decide no ejercer su opción, el productor es libre de vender el activo al valor de mercado a cualquier comprador.
Al final, la asociación supone un win win para ambas partes. La empresa productora de alimentos preenvasados tiene garantizado un precio competitivo para su materia prima, mientras que el productor tiene asegurado un valor justo para sus productos.
Finalidad de los instrumentos derivados
Tal y como sucede a menudo en el comercio y los mercados bursátiles, cuanto mayor es el riesgo que se corre, más grande la recompensa que se puede ganar. Los instrumentos derivados se pueden usar en ambos lados de la ecuación, ya sea para reducir el riesgo o para asumir el riesgo con la posibilidad de una recompensa proporcional.
Y aquí es donde los instrumentos derivados han recibido tanta notoriedad en los últimos tiempos, en la especulación.
Los especuladores que celebran un contrato derivado están esencialmente apostando a que el precio futuro del activo será sustancialmente diferente del precio esperado que tiene el otro miembro del contrato. Operan bajo el supuesto de que la parte que busca el seguro se equivoca con respecto al precio de mercado futuro y busca obtener ganancias del error.
Contrariamente a la opinión popular, sin embargo, los instrumentos derivados no son intrínsecamente malos. De hecho, son una necesidad para muchas empresas a la hora de asegurar ganancias en mercados volátiles o proporcionar un riesgo mitigado para los inversores que buscan un seguro de inversión.
Funciones de los instrumentos derivados en un mercado
Lo primero que debes saber sobre los instrumentos derivados es que en casi todos los casos se negocian a través de contratos derivados, es decir, acuerdos entre dos partes que también dependen de lo que ocurra en el mercado de bienes o capitales en el cual se desempeñe el instrumento en cuestión.
Sin embargo, pese a que en principio puede ser una figura algo riesgosa si tenemos en cuenta esa situación de dependencia de la que hemos hablado antes, los instrumentos derivados suponen también importantes beneficios para las empresas:
- Se puede recurrir a ellos en casos de empresas que quieran dar cobertura a compromisos de pago en divisa. Incluso, es un buen recurso para tesoreros cuyo principal objetivo sea protegerse de las fluctuaciones adversas que puede haber en un mercado.
- Los instrumentos derivados ayudan a los inversionistas de un negocio o proyecto cuyo principal objetivo sea proteger sus portafolios de acciones que se deriven de la volatilidad del mercado y que, además, vayan contra su interés.
- Puede servir como un as bajo la manga cuando se trata de inversionistas experimentados que sepan moverse en este tipo de escenarios comerciales y que vayan en busca de obtener rendimientos por la baja o al alza.
- Suelen usarse también como recurso para aquellas empresas que no se desempeñen en el sector financiero pero que, al mismo tiempo, tienen la idea de apalancar utilidades. Al mismo tiempo, constituyen una buena alternativa para deudores de tasa flotante que quieran evitar los riesgos propios de las tasas de interés en un mercado, entre otras amenazas.
¿Cuáles son los dos tipos de instrumentos derivados?
En últimas, estamos hablando de productos financieros que nos permiten amortizar las inversiones e invertir capitales a medio o largo plazo, aunque ello implique, claro, la dependencia de éstas a lo que pueda suceder en el mercado.
Por ello, antes de tomar cualquier decisión al respecto, es necesario distinguir entre las dos clases de instrumentos derivados en un mercado. Veamos sus características:
- Riesgos asumidos:
En este tipo de instrumentos, las empresas o agentes comerciales involucrados en el contrato derivado buscan desde el primer momento disminuir los riesgos propios de la operación y para ello se empeñan en asegurar el precio del activo subyacente, así como su disponibilidad en el mercado.
- Riesgos disminuidos:
Por el contrario, en este caso se trata de empresas o agentes comerciales cuyo único propósito es obtener ganancias a través del activo subyacente, aunque eso suponga asumir de lleno los riesgos derivados de la operación.
Los instrumentos derivados no deben verse solo como operaciones riesgosas. Son, sobre todo, vías alternas para maximizar la inversión de las empresas en determinadas circunstancias y llevar a cabo planes de financiación o crecimiento.
Deja un comentario
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.