¿Cómo es el perfil tipo del defraudador empresarial?
El defraudador empresarial típico es un directivo (con “o”) de entre 36 y 55 años de edad y que lleva trabajando en la empresa a la que defrauda una media aproximada de seis años. Este sería el resumen de uno de los informes profesionales y económicos más interesantes publicados en los últimos meses. ¿Quieres saber quién ha llegado a esa conclusión tan rotunda y los datos que la refrendan? Sigue leyendo…
El Perfil Global del Defraudador
En los últimos días de un año y los primeros del siguiente los medios de comunicación suelen incluir reportajes comentando diferentes informes y análisis sobre diversos de temas que han sido de interés a lo largo de doce meses. Es el caso del tema que nos ocupa hoy: el perfil tipo del defraudador empresarial según el punto de vista de una asesoría internacional con presencia en nuestro país: KPMG Forensic.
Esta multinacional publicó hace unos cuantos meses un informe titulado “Global profiles of the fraudster”, un interesante documento que recoge la investigación recabada por esta compañía en cientos de empresas ubicadas en 72 países diferentes.
Para elaborar este informe, los analistas de KPMG estudiaron los datos de más de 750 estafas o fraudes empresariales perpetrados, según su punto de vista, por una debilidad en los propios controles internos de las empresas, una ausencia de tecnología digital que limite la posibilidad de engaños, etc.
Cómo es el defraudador empresarial tipo y típico
El informe publicado por KPMG recoge varios datos estadísticos que nos pueden dar una idea aproximada de cómo es ese perfil del defraudador empresarial tipo o típico. Estos datos podemos leerlos como una simple curiosidad o, mejor, anotarlos y prestar atención a lo que está ocurriendo en nuestra propia empresa…
Algunos de los datos que más nos han llamado la atención:
1. El 69 % de los defraudadores cogidos con las manos en la masa pertenecen a la mediana edad: entre los 36 años y los 55 años. Esta edad explica que estas personas ocupen puestos de alta dirección – consejeros, ejecutivos, CEOs-, etc.
2. De los perfiles analizados, el 65 % eran jóvenes directivos con una excelente formación teórico-práctica y que habían sido reclutados por la empresa hacía más de 6 años.
3. Un 44 % de los estafadores tenían una formación especializada en dirección y administración de empresas que les habilitaba para ocupar puestos de liderazgo. Este alto nivel en el organigrama empresarial y una adaptación plena a la transformación digital vivida en el ámbito empresarial en la última década permitía a estas personas anular o manipular directa o indirectamente el software de control financiero y económico implementado en la empresa.
4. El 38 % de los estafadores afirmaban sentirse queridos, respetados y valorados en su empresa.
5. Según este informe, un 44 % de las estafas se detectaron por un chivatazo interno o externo, una queja de un compañero o de un cliente, etc. Llama la atención que sólo el 22 % de los delitos se detectaron tras un control interno realizado por la dirección de la empresa.
6. Ante la pregunta de “por qué habían cometido fraude”, un 60 % de los estafadores afirmó hacerlo por simple, puro y duro lucro personalUn porcentaje menor- el 27 %– cometió el fraude por una razón muy sencilla: porque podía.
¿Qué te parece el informe? ¿Crees que en tu empresa podría haber un perfil tipo parecido? ¡Comparte tu opinión!
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2 comentarios
Mildreth Rosario Angelo Barrios
21 diciembre, 2016 6:39
Muy interesante
inmaculada
24 julio, 2018 13:34
hace referencia al defraudador empresarial