Beneficio bruto y neto: concepto, análisis y usos

El conocimiento del beneficio bruto y neto es una de las dimensiones a tener en cuenta a la hora de evaluar la conveniencia de una decisión para el negocio. También se trata de un dato relevante en el momento de plantear un cambio en la estrategia empresarial de marketing o de ventas.

Con la realización de un análisis de coste-beneficio se pueden hallar muchas de las respuestas que se necesitan en etapas críticas.

El análisis de coste-beneficio para despejar dudas

Un análisis de coste-beneficio es el proceso de comparar los costes y beneficio bruto y neto proyectados o estimados asociados con una decisión. El objetivo de esta evaluación es averiguar su viabilidad.

Se trata de un procedimiento sencillo, que requiere de contabilizar todos los costes de un proyecto y restar esa cantidad de los beneficios totales proyectados. Como resultado, se obtiene una proporción que arroja luz sobre cuestiones críticas.

Cómo puedes realizar un análisis de coste-beneficio

1. Definición del marco de evaluación. Es preciso definir las metas y los objetivos a abordar con la propuesta. Establecer prioridades, concretar la medida del éxito y concretar los hitos a alcanzar puede ayudar a identificar y comprender mejor costos y beneficios. En esta etapa inicial hay que establecer indicadores.
2. Identificar costos y beneficios. Costes directos, costes indirectos y costes adicionales, como los intangibles (disminuciones de productividad o reducción de la satisfacción del cliente) o los de oportunidad deben tenerse en cuenta, ya que habrá que ponerlos en la balanza con los beneficios. Algunos de los posibles son el aumento de ingresos por mayores ventas, el aumento del interés por parte de la demanda, mayor competitividad o mejora de la moral de los empleados.
3. Cuantificación de costes y beneficios. Cada uno de ellos ha de traducirse en unidades monetarias para facilitar su comparativa posterior. En el caso de los directos es más sencillo que en el de los indirectos o intangibles, por ejemplo.
4. Comparativa del valor total de ambos. Una vez que cada coste y beneficio tenga esté asociado a un valor económico se pueden comparar entre sí. Si los costes totales superan a los beneficios totales, es posible haya que reconsiderar la propuesta.

¿Es aconsejable realizar un análisis coste-beneficio?

Uno de los puntos fuertes de llevar a cabo esta evaluación es poder partir de un enfoque basado en datos, más objetivo, que simplifica las decisiones. La minuciosidad con que se lleve a cabo podría ser clave para identificar costes y beneficios ocultos.

Sin embargo, este método tiene algunas limitaciones, ya que existen variables difíciles de predecir y que pueden afectar el resultado. A ello hay que sumar el riesgo de basarse en datos incorrectos, que pueden sesgar los resultados.

Por todo ello, es recomendable apoyarse en otros tipos de análisis económicos.

Evaluación del beneficio bruto y neto

Uno de los métodos que facilitan entender mejor las relaciones beneficio/coste y que se pueden utilizar para comparar el valor relativo de diferentes iniciativas en términos de eficiencia económica es el cálculo de la relación beneficio/coste para cada proyecto. Al comparar los diversos proyectos, aquellos proyectos con la relación más alta se clasificarían como los más eficientes.

Una medida de salida común de este análisis es el beneficio neto del proyecto, que se calcula sumando todos los beneficios y restando la suma de todos los costes de un proyecto. Este resultado proporciona una medida absoluta de los beneficios (euros totales), en lugar de las medidas relativas proporcionadas por la relación beneficio/coste.

El beneficio neto puede ser útil para clasificar proyectos con proporciones beneficio/coste similares. 

Finalmente, dependiendo de las necesidades particulares de la evaluación, se puede realizar un análisis beneficio/coste usando una instantánea del desempeño del tráfico y los costes del proyecto para estimar los beneficios y costes anuales promedio.

Este promedio anual se utiliza mejor en situaciones en las que se anticipa que el beneficio bruto y neto, así como los costes relativos serán relativamente estables a lo largo del tiempo. Otro análisis puede requerir el cálculo del valor actual neto, que representa la suma del flujo de beneficios y costes esperados durante un horizonte de tiempo seleccionado (por ejemplo, 10 años).

El flujo de beneficios y costes se descuenta en años futuros para reflejar el coste del dinero en el tiempo (por ejemplo, gastar un euro hoy no es equivalente a gastar uno dentro de cinco años).

Créditos fotográficos: IvelinRadkov