Cómo ser un buen líder. Consejos prácticos

Cuando hablamos de liderazgo empresarial y de cómo llevarlo a la práctica, existen dos cosas que al menos de entrada parecen claras:

a) Todas las empresas necesitan un líder específico:

Dirigir una  fábrica de automóviles no es lo mismo que estar al frente de una frutería de barrio. Los dos negocios necesitan la presencia de un líder específico, es decir, alguien que responda a las necesidades de ese negocio. De ahí que cada líder resulte único en sí mismo.

b) Todas las empresas necesitan más de un estilo de liderazgo:

No obstante, todo líder debe estar abierto al cambio y tener un alto grado de flexibilidad ante las circunstancias. Esto quiere decir que, aunque en términos prácticos sea único en sí mismo, debe asumir su papel como si fuese varios líderes a la vez. O dicho de otro modo, tiene que adaptarse a los cambios del contexto y actuar en consecuencia de los mismos.

Diez consejos básicos para mejorar tu papel de líder

Los dos aspectos del apartado anterior son fundamentales para entender el papel que juega un líder dentro de cualquier organización.

Está claro que los líderes no nacen de la nada. Toda habilidad, competencia o talento de gestión debe encontrar un campo para ser materializado. Lo que sabemos cuenta, pero cuenta mucho más el cómo lo traslademos a la práctica. Y dirigir una empresa consiste justamente en eso: en hacer cosas.

El listado de estrategias o recomendaciones para convertirse en líder puede llegar a ser interminable. Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre el tema. Aun así, puedes seguir el siguiente decálogo de consejos:

1) Ten confianza en ti mismo. Si no expresas tus idas y decisiones con la debida confianza, nadie te seguirá. ¿Y qué es un líder al que nadie sigue?

2) Sé amable y firme a la vez. La amabilidad y la firmeza no son contradictorias. Por el contrario, son elementos que se complementan. La clave está en saber cuándo debes ser amable y cuándo debes mostrar firmeza.

3) Especialízate en tu campo. El líder no sólo gestiona y da órdenes. También es una referencia en su campo o especialidad.

4) Respeta a tus colaboradores. Trata a tus colaboradores con el respeto con que te gustaría que te trataran a ti si estuvieras en su lugar. Muéstrate cercano. De hecho, trata de que te vean como líder sólo cuando sea necesario. 

5) Sé responsable. Liderar supone tomar decisiones y asumir responsabilidades. No vale trasladar culpas a otros. Ten presente que el principal referente de un grupo de trabajo siempre es la persona que está al frente del mismo.

6) Mantén tus promesas y criterios. Si prometes algo, cúmplelo. De lo contrario, nadie creerá en ti y tu palabra perderá valor. Al mismo tiempo, sé siempre justo y aplica los mismos criterios en cada caso.

7) Fomenta el trabajo en equipo. Un buen líder nunca deja de motivar a su equipo y persiste en la idea del trabajo coordinado.

8) Deja claros tus límites. Desde el inicio debes trazar los límites de lo que estás dispuesto a tolerar y lo que no. Tus colaboradores se adaptarán más fácilmente a tu modelo de liderazgo y habrá mejor interacción entre ellos y tú.

9) Comunícate de forma eficaz. Sé claro en tus mensajes y no dejes ningún cabo suelto. Los vacíos comunicativos suelen llenarse con rumores.

10) Sé ejemplo para los otros. Por último, no olvides que si tu deseo es generar cambios en tu equipo de trabajo, esos cambios deben empezar por ti. Si pides lo que no haces, nadie te hará caso.

Post relacionados:

• Estrategias para mejorar tus habilidades de comunicación
• Qué habilidades de liderazgo reforzar para ser un líder 3.0
• Características principales del liderazgo participativo