Elabora tu estrategia; cómo pedir el aumento de sueldo
Conseguir el aumento de sueldo que deseas va a depender en gran medida de cómo lo pidas. Si has pensado bien en tu propuesta, has valorado los pros y los contras y has trabajado las objeciones tendrás sin duda muchas más posibilidades de éxito.
Razona por qué te mereces el aumento.
¿En qué proyectos de éxito has participado? ¿Cuáles son tus aportaciones a la empresa, tanto cuantitativas como cualitativas?¿Eres un empleado ejemplar?¿Estás comprometido con los objetivos de la empresa?¿Colaboras en conseguirlos?¿Ayudas a tus compañeros? Todas estas preguntas te ayudarán a elaborar una lista por la que empezar a evaluar hasta qué punto te mereces un incremento de salario objetivamente.
El interlocutor más adecuado
Tu jefe directo es la persona con la que debes hablar sobre este tema. Es quien más te conoce, como trabajador y como persona, por lo tanto el único para valorar como representante de la empresa si mereces el aumento. Se convertirá en tu apoyo interno e intervendrá a tu favor cuando el asunto se escale al Departamento de Recursos Humanos o a los altos directivos.
Algunas personas deciden saltar al jefe directo y acudir al director de departamento con el objetivo de establecer una mayor presión. Es un error, pues cuando pregunte a tu jefe inmediato, y ten la seguridad de que lo hará, a éste la noticia le caerá por sorpresa y probablemente le produzca una sensación negativa. No te interesa crearte enemigos en este asunto, sino aliados. De modo que sé paciente y actúa paso a paso, como debe ser.
Cuánto pedir
Aunque la empresa tendrá la última palabra en qué porcentaje verá aumentado tu salario, debes hacer seriamente el ejercicio de qué importe consideras justo que te suban. Al final, pedir un aumento de sueldo no deja de ser una negociación donde las dos partes tienen distintos intereses y hay que llegar a un punto de acuerdo común.
Justificar con números el importe que se solicita siempre es muy recomendable. Por eso, en tus argumentos intenta calcular tu aportación económica a la empresa. ¿Cuánto ha ganado gracias a ti? ¿Cuánto dejaría de ganar si no hicieras tan bien tu trabajo?
Por otro lado, debes tener en cuenta los límites en ajustes de salario de tu empresa. Algunas compañías tienen por norma no aumentar más de un porcentaje determinado en una sola vez, además de que establecen rangos u horquillas salariales por puestos. Si te queda recorrido hasta llegar al tope máximo de tu rango salarial, calcula cuánto es ese recorrido y establece un porcentaje razonable.
Estrategia del valor
Como dice el refrán, “lo que no son cuentas, son cuentos”, de manera que cuantos más números aportes en la negociación, más comprobará tu jefe que has razonado tu propuesta y más claros verá los beneficios de subirte el sueldo. Piensa que el objetivo de una empresa es ganar dinero, por lo que cuanto más le hagas ganar directa o indirectamente, más indispensable resultarás y más posibilidades tendrás de negociar.
Aporta también beneficios cuantitativos, que también son muy importantes. Señala tu actitud optimista, siempre positiva y dispuesta a ayudar, tu alineación con la filosofía de la empresa y tu implicación para conseguir la excelencia en el trabajo que realizas.
Estrategia de la compasión
Adoptar una actitud de víctima es el primer paso para que la empresa considere que no mereces el salario que estás pidiendo. No menciones tu situación económica, tus gastos forman parte de tu ámbito personal y no puedes pretender que la empresa en la que trabaestudiar
ja se involucre en la gestión de tus finanzas. No es su competencia.
Evita también los agravios comparativos, no te benefician en nada. Aunque tengas la seguridad de que compañeros tuyos con funciones similares perciben un mayor salario, no los menciones directamente. No es elegante y puede incluso llegar a perjudicar el desarrollo profesional de esas personas con las que te estás comparando.
Estrategia de la amenaza
Por muy buen trabajo que realices, ten claro que no eres imprescindible. Nadie lo es. Por eso las amenazas no funcionarán durante la negociación. Evita lanzar ultimátums a no ser que tengas una oferta en firme de otra compañía. Incluso así, hay empresas que tienen la política de no contraofertar, por lo que no es una estrategia segura.
Puede que tomar este riesgo se te vuelva en contra y al final, por culpa de radicalizar en exceso tu posición, crees un ambiente negativo, no te salga bien la jugada y tengas que abandonar el trabajo cuando tu objetivo inicial no era éste. No olvides que tu objetivo es conseguir que te suban el sueldo y debes acercarte a él con actitud positiva y humilde.
Por otro lado, si tienes éxito y consigues el aumento, dejarás una secuela, un poso, en tu jefe, que mantendrá la percepción de que te concedió el aumento porque no tenía otro remedio.
Fuente Imagen: Flickr/ Gabriel Saldana
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