Sandbox regulatorio: definición y tipos

El sandbox regulatorio es un marco establecido por un regulador que permite a las empresas emergentes e innovadoras realizar experimentos en vivo en un entorno controlado bajo la supervisión de un regulador. Se trata de un planteamiento bastante utilizado en el ámbito de Fintech.

Aunque los sandboxes no son necesarios ni suficientes para promover la innovación financiera, sí que resultan de utilidad y se asocian con un impacto positivo en la industria.

 

Sandbox regulatorio qué es

El sandbox regulatorio es la respuesta a una necesidad urgente que sienten los reguladores de comprender los cambios que se están produciendo en un sector, lidiar con la creciente industria de tecnología que se aplica a él o aprender sobre las innovaciones emergentes.

Al fin y al cabo, este marco está ganado terreno porque los reguladores quieren una comprensión más profunda de la creciente complejidad de su trabajo, y ven este tipo de entornos de prueba como una forma de obtener esa visibilidad y profundidad que necesitan para poder hacer bien su trabajo.

El sandbox regulatorio no se suele quedar en la teoría. De hecho, cuando se aplica, termina influyendo en cambios regulatorios en relación con las pruebas e iniciativas similares.

Imagina que habría sido, solo en el plano de Fintech, de áreas como la criptomoneda, el crowdfunding, las iniciativas de ciberseguridad, la computación en la nube, el dinero electrónico o la autenticación biométrica sin este respaldo. Es por ello que el sandbox regulatorio desempeña un papel relevante en la legislación basada en evidencia.

¿Qué es un sandbox regulatorio temático?

A diferencia de los sandbox de propósito general, los sandboxes temáticos están diseñados para promover objetivos de políticas más enfocados, por lo general, limitando la admisión a empresas que están desarrollando tipos específicos de tecnologías, productos o modelos de negocio.

Algunos de los más populares son:

• Los entornos sandbox de inclusión, que se limitan a productos, servicios y modelos de negocio diseñados con este objetivo, por ejemplo, en el plano financiero.
• Los sandox regulatorios de próxima generación (NextGen) para desarrollar guías y estándares sobre tecnologías con amplia relevancia para el desarrollo del mercado.
• Los entornos sandbox específicos que se emplean como herramientas para catalizar la innovación en sectores concretos muy avanzados.

No obstante, mientras que los entornos sandbox de uso general son populares y relativamente fáciles de lanzar, los sandbox temáticos requieren que los reguladores enmarquen claramente los objetivos de dichos programas antes de que se implementen. Esta disciplina de planificación puede ayudar a garantizar que los programas de espacio aislado se alineen con las prioridades normativas existentes y no se conviertan en distracciones que consuman muchos recursos.

Aunque todavía es demasiado pronto para asegurarlo, la transición al sandbox regulatorio temático parece avanzar en la dirección correcta.

 

 

¿Qué es el ambiente de pruebas sandbox?

El sandbox regulatorio es un entorno de pruebas que incluye las mesuras necesarias para contener las consecuencias de fallas y mantener la seguridad y solidez general del sistema al que se aplican (financiero o seguros, por ejemplo).

Tras completar con éxito la etapa de experimentación, al salir de la zona de pruebas, la entidad que ha probado el sandbox debe cumplir plenamente con los requisitos legales y reglamentarios pertinentes.

El primer sandbox regulatorio fue creado por la FCA en el Reino Unido (Financial Conduct Authority). A ella se le atribuye la propagación del concepto en todo el mundo. En los EE. UU., La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) fue la primera agencia reguladora en establecer una oficina de Fintech dedicada a estudiar su evolución y brindar asistencia para promover la innovación amigable para el consumidor.

Si bien la CFPB no anunció hasta hace poco su intención de adoptar formalmente un sandbox regulatorio, sí tenía políticas que realizaban muchas de sus funciones. Otras agencias, como la Asociación española de Fintech e Insurtech y la gestión de la prevención trabajan en la misma línea.

Un entorno de este tipo bien diseñado y ejecutado puede facilitar la innovación y proteger a los consumidores, evitando las trampas, algo necesario si se tienen en cuenta el ritmo al que avanzan los cambios en alunas industrias.

Créditos fotográficos: Ukususha