Planifica el cambio
Llevas tiempo analizando tu situación. Estudiando si debes o no cambiar de empleo. Por fin te has decidido. Ya es hora de cambiar, de actuar, de avanzar. Y ahora, ¿qué vas a hacer?
En primer lugar, no te precipites. Aunque la decisión esté tomada, hay que planificar el cambio. No anuncies aún tu renuncia. Lo más recomendable es que antes de dimitir hayas encontrado un nuevo empleo. Nunca sabes cuánto tiempo puede pasar hasta que encuentres tu próxima ocupación.
Si quieres que tu nuevo propósito tenga éxito, necesitas establecer un plan. Idear una estrategia que te conduzca al cambio.
- Concreta tus objetivos: anota en un papel cuáles son tus prioridades. En qué puesto te gustaría trabajar, en qué empresa deseas ser contratado, qué tipo de funciones te gustaría desempeñar, cuánto te gustaría ganar, qué horario te gustaría tener…. Sé sensato y no te marques metas excesivamente alejadas de la realidad. Esta lista debe ayudarte a realizar la selección de ofertas de empleo.
- Valora tus capacidades: realiza un listado con todos tus rasgos positivos que te hacen idóneos para cubrir un puesto de trabajo. Tus conocimientos, competencias, actitudes, habilidades, cualidades, logros…. Pide opinión a tus familiares, amigos, compañeros. Selecciona aquellas que sean más valoradas para cubrir tu futuro puesto de trabajo o las que mejor puedan venderte..
- Reconoce tus puntos débiles: nadie es perfecto pero todo se puede mejorar. Analiza cuáles son tus carencias, en qué puedes mejorar y cómo puedes lograrlo. Se trata de hacer un esfuerzo para introducir nuevos hábitos hasta que se conviertan en rutina.
- Recíclate: el reciclaje profesional es fundamental en la sociedad en la que vivimos, especialmente en determinados sectores. Averigua qué nuevas herramientas se están utilizando en tu futuro puesto. Indaga sobre si se requiere algún conocimiento específico. Investiga si existe algún master o curso formativo que te pueda diferenciar de los demás.
- Actualiza tu Currículum Vitae: llega el momento de poner al día tu currículum. Añade tu experiencia laboral, si has realizado nueva formación. Señala tus funciones, habilidades, logros laborales. Crea varios currículum tipo, según el perfil de las ofertas de empleo a las que quieras presentarte.
- Utiliza las herramientas digitales: si aún no lo tienes, introduce tu currículum en diferentes buscadores de empleo o en redes sociales especializadas. Crea tu currículum interactivo o utiliza tu web o blog para venderte.
- Amplía tu red de contactos: en muchas ocasiones las ofertas de trabajo no llegan a publicarse, se cubren mediante la red de contactos, por el boca a boca. Por eso, es conveniente que le dediques un tiempo a pensar en aquellas personas que te pueden ayudar a encontrar trabajo y te pongas en contacto con ellas. Amigos, excompañeros de estudios o de trabajo, familiares, etc. Las redes sociales son una herramienta que facilitan enormemente esta tarea.
- Organiza tu tiempo: buscar un nuevo empleo es un trabajo al que le tendrás que dedicar horas. Distribuye tu tiempo y reserva unas horas a la semana para dedicarte a la búsqueda de trabajo.
- Busca ofertas de empleo: buscar una nueva oportunidad laboral va más allá de enviar el currículum. Supone buscar las ofertas, seleccionarlas, incluso presentar tu autocandidatura. Además implica investigar a la empresa para la que se quiere trabajar, preparar una carta de presentación personalizada y realizar un seguimiento.
- Prepara tus entrevista: antes de realizar una entrevista de trabajo, reflexiona sobre las posibles preguntas que te pueden hacer y sobre las respuestas que vas a dar.
- No desatiendas tu trabajo: aunque tengas claro que te vas a marchar, nunca dejes de lado tus obligaciones laborales. Primero por una cuestión de profesionalidad y segundo por motivos personales. Piensa que aún no te has ido, que puede que tardes en encontrar un nuevo empleo. Además, puede que necesites una carta de recomendación o referencias.
- Mantén tu agenda al día: si no tienes una agenda, es el momento de crearla. Puede que te parezca innecesario, pero la organización es fundamental. Lleva un registro en el que anotes las empresas a las que has enviado tu currículum, cómo las has contactado, cuándo se lo has enviado, si has recibido noticias de la empresa, cuándo y qué persona te ha realizado la entrevista… Te ayudará a conocer tu situación y a hacer seguimiento de tus candidaturas.
Establecer una estrategia minimiza los riesgos, pero no es sinónimo de éxito. Si no te llaman para realizar entrevistas, o si tras las entrevistas no te vuelven a llamar, analiza todos los pasos. Puede que estés fallando en alguno y tengas que replantearlo.
Fuente imagen: Flickr/Eduardo
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