Plan de tesorería: elaboración y función

¿Tendrá tu negocio la liquidez necesaria? Esta pregunta podrás responderla al realizar un plan de tesorería. Una planificación así enfocada permite al empresario mejorar su capacidad de hacer frente a obligaciones e imprevistos. Con ello, se optimizan la gestión financiera y contable, a la vez que se previenen problemas legales o de mala imagen, como los que podrían resultar del impago de nóminas o deudas pendientes.

 

¿Qué información debe contener un plan de tesorería?

El plan de tesorería es un pronóstico que la empresa realiza con frecuencia periódica.

 

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Antes de iniciar un nuevo trimestre, semestre o año, los responsables de la contabilidad empresarial deberán hacer su previsión acerca de:

  • Los ingresos que calculan que obtendrán en ese plazo de tiempo. Para hacer esta estimación se pueden revisar las facturas enviadas con fecha de vencimiento en ese periodo y también analizar las ventas recurrentes que se espere repetir y cobrar.
  • Los gastos a los que necesitarán hacer frente. Hay que contabilizar gastos fijos y variables. Los primeros serán mucho más fáciles de calcular, mientas que, para hacer una estimación de los segundos habrá que prestar atención al curso de las operaciones y apoyarse también en información recogida en los archivos históricos.

 

La diferencia entre lo que se espera cobra y lo que se cree que será preciso pagar es el punto de partida que deberá tenerse en cuenta a efectos de planificación futura. La capacidad de ofrecer esta perspectiva es, precisamente, donde radica la utilidad del plan de tesorería.

 

¿Para qué sirve el plan de tesorería?

Al cotejar ingresos y gastos resultará sencillo determinar si la empresa tendrá liquidez o no. Tener liquidez no requiere únicamente disponer de buenos beneficios, sino asegurar que serán suficientes para cubrir los costes que se estima que lleguen. En ocasiones será así. En ese caso, hay que prestar atención a otro aspecto: la rentabilidad.

Una excesiva liquidez podría ser indicio de que no se está invirtiendo el capital de la forma más efectiva posible.  Este exceso de recursos, en comparación con los que serían necesarios para hacer frente a las obligaciones más inmediatas, muestra una gestión de las finanzas que no explota al máximo sus posibilidades (algo que podría hacer revisando su estrategia de inversión o repartiendo dividendos entre los accionistas).

Por el contrario, cuando se pronostique que, a la vista del plan de tesorería, los gastos superarán presumiblemente a los ingresos, será necesario pensar en opciones de financiación.

El objetivo de tomar esta decisión es ganar en control y adelantarse al momento en que haga falta liquidez, para poder evaluar todas las opciones posibles, por ejemplo, la negociación con proveedores o la solicitud de financiación a una entidad bancaria o a particulares a través de una plataforma específica.

Actuar con tiempo hace posible comparar entre más ofertas, optar a condiciones más favorables y tener más claro el tipo de financiamiento que mejor se adaptará a las necesidades económicas a cubrir.

Nada de esto sería posible sin el plan de tesorería. ¿Has hecho uno para tu negocio?

 

Créditos fotográficos: kerkez

 

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