El envejecimiento de la población activa
En los últimos meses los foros de discusión empresariales y laborales se han hecho eco de un problema tan grave como inminente: el progresivo envejecimiento de la población activa y sus consecuencias en la economía a corto, medio y largo plazo. ¿Quieres saber en qué consiste el problema, cuáles son algunas de estas consecuencias y en qué sentido pueden afectar a tu futuro profesional? Sigue leyendo…
Consecuencias económicas del envejecimiento de la población activa
Que la esperanza de vida de los hombres y las mujeres del siglo XXI es mucho más alta que en décadas pasadas no sorprende a nadie. Los continuos avances médicos por fin han conseguido lo que tantas y tantas generaciones pasadas anhelaban: disponer de tiempo suficiente como para poder ver crecer a sus hijos, nietos y bisnietos. En España, por ejemplo, se prevé que en el año 2064 vivirán en nuestro país 249 personas de más de 70 años de edad por cada 100 habitantes que no hayan cumplido los 20 años (Fuente de los datos: INE).
Pero como todo en esta vida, el alargamiento de la vida por medios naturales o artificiales también tiene su cruz, una parte negativa que ya está teniendo serias consecuencias en nuestro tejido empresarial, en ese mercado económico del que todos somos dependientes.
Las consecuencias económicas más notables del envejecimiento de la población activa serían las siguientes:
1. El envejecimiento de la población activa y la prolongación de la edad legal de jubilación enlentecerá progresivamente la incorporación de los más jóvenes al mercado laboral. Este retraso en el comienzo de la vida profesional no sólo provocará que los más jóvenes tendrán que retrasar aún más su propia jubilación, también tendrá una repercusión negativa en la adquisición de vivienda propia, la formación de nuevas familias, la capacidad de gasto y de ahorro, etc.
2. El trabajador senior, ese hombre o mujer que se ve obligado a trabajar a edades avanzadas, encuentra serias dificultades a la hora de adaptarse a la llamada transformación digital, al conocimiento y manejo de las nuevas herramientas informáticas que, como te hemos contado en otros artículos de nuestro blog, son completamente imprescindibles para mejorar la productividad y la rentabilidad de las empresas del siglo XXI.
3. La disminución de las capacidades físicas (algo normal cuando vamos cumpliendo años) unido a la incapacidad de adaptarse a las nuevas formas de trabajar puede producir un aumento en la tasa de absentismo profesional, un abandono de las responsabilidades profesionales que ya es un serio problema para las empresas españolas y europeos.
¿Soluciones?
¿Se puede hacer algo para minimizar o, incluso, resolver estos problemas que se ven venir debido al progresivo envejecimiento de la población activa?
Los organismos nacionales e internacionales están trabajando en ello y ya han propuesto diversas acciones bastante interesantes, por ejemplo:
- Reforzar las actividades de prevención de la salud dirigidas a los trabajadores de más edad.
- Apostar por programas de formación continua de calidad que ayude a los valiosos profesionales senior a adaptarse a los cambios tecnológicos, las nuevas competencias laborales que se les exigen, etc.
- Implementar diversas políticas de conciliación de la vida profesional y personal que permita a los trabajadores de mayor edad seguir produciendo al máximo desde su propio hogar (teletrabajo), con horarios flexibles, a media jornada, etc.
¿Qué te parece? ¿Habías pensado alguna vez en las consecuencias del envejecimiento de la población activa?
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