Dirección por objetivos: criterios clave y marco
La dirección por objetivos es un enfoque altamente colaborativo para la fijación de metas que puede conducir a buenos resultados en la organización. Se trata de un enfoque de gestión muy práctico, donde cada equipo tiene la tarea de contribuir al propósito general y los gerentes de los distintos departamentos se sientan con todos los miembros de su equipo para discutir qué objetivos individuales pueden establecer, cómo apoyarán este objetivo más amplio y cómo se medirá el éxito.
En el marco de la dirección por objetivos, cada persona que integra la organización está involucrada en su propio establecimiento de metas, está equipada con el conocimiento que necesita y también muy motivada para garantizar que cada una de sus contribuciones individuales conduzca hacia el éxito al negocio.
¿Qué es la dirección por objetivos?
La dirección por objetivos no es un concepto nuevo. Peter Drucker lo popularizó por primera vez en su libro de 1954, The Practice of Management. Este planteamiento implica definir metas globales a nivel de negocio y luego usarlas para establecer objetivos concretos para los miembros del equipo, que respaldarán con sus decisiones ese fin más amplio.
Aunque muchos líderes aplican estrategias similares de manera natural, para poder hablar de dirección por objetivos con propiedad hace falta que se reúnan algunos criterios clave, como los siguientes:
- Los objetivos deben determinarse con los empleados.
- Los objetivos deben formularse tanto a nivel cuantitativo como cualitativo.
- Los objetivos deben ser desafiantes y motivadores.
- Los empleados deben recibir comentarios regulares sobre cómo están progresando. La retroalimentación es muy importante en la dirección por objetivos.
- Los empleados deben recibir recompensas por alcanzar los objetivos.
- El crecimiento y el desarrollo deben tener prioridad sobre las penalizaciones.
La dirección por objetivos se utiliza para mejorar el rendimiento de la organización, pero, al mismo tiempo, suele reforzar la cultura, fomentando un clima laboral más positivo, donde la comunicación, la participación y la transparencia son pilares sólidos.
El marco de la dirección por objetivos
La premisa que siguen las empresas que aplican la dirección por objetivos es simple, sin embargo, hay un marco de cinco pasos que los líderes deben seguir para que esta estrategia de gestión funcione de manera efectiva para ellos y sus equipos. Son los siguientes:
- Establecer y revisar la meta última organizacional. Todo comienza cuando el liderazgo o la gerencia definen un objetivo específico que les gustaría que la empresa lograra. Para obtener los mejores resultados, los líderes deben ser lo más específicos posible en este paso. Solo así, toda la información y el contexto necesarios estarán listos para transmitirse a los empleados. ¿Has pensado en definir objetivos SMART?
- Traducir esos objetivos a los empleados. Muchos líderes cometen el error de suponer que pueden definir un objetivo global de negocio y transmitirlo tal cual a la plantilla, esperando que sean los empleados quienes completen las lagunas y se esfuercen por descubrir cómo se relaciona ese plan con ellos y sus tareas individualmente. Pero esto no es así. La dirección por objetivos es un enfoque altamente colaborativo, y los líderes deben hablar sobre las metas con los empleados. En este punto, los empleados pueden hacer preguntas, hacer sugerencias y participar en una discusión abierta para, después, colaborar hasta ser capaces de determinar objetivos individuales que respalden la meta empresarial global.
- Monitorizar el progreso y el rendimiento. Los líderes no pueden limitarse a establecer las metas individuales y asumir que los empleados las asumirán y harán lo debido hasta alcanzarlas. Deben estar preparados para monitorizar de cerca el progreso y el desempeño y ofrecer orientación y asistencia cuando sea necesario.
- Evaluar el desempeño. Al final del período de tiempo establecido en la fijación de objetivos, el líder y el empleado deben reunirse para discutir el desempeño y ver si el empleado ha cumplido o no el objetivo establecido.
- Recompensar los logros y la implicación. El trabajo duro no debería pasar desapercibido. Los empleados que hayan cumplido sus objetivos deben ser recompensados con aumentos, promociones, reconocimientos, beneficios o una mayor responsabilidad.
¿Sabías que involucrar a los empleados en el proceso de establecimiento de objetivos mejora significativamente su nivel de participación en su trabajo? Además de esta ventaja, la dirección por objetivos hace posible que todos los miembros de la organización comprueben cómo su trabajo se conecta con las metas más grandes.
Créditos fotográficos: Olivier LeMoal
Deja un comentario
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.