Desarrollo personal y liderazgo. Un camino sinuoso
El camino hacia el éxito es sinuoso y entraña muchas dificultades. Este camino puede ser andado de manera más llevadera gracias a un plan de desarrollo personal y liderazgo. La principal finalidad de esta plan es la previsión y programación de circunstancias y acciones para alcanzar los objetivos marcados.
Pero, ¿cómo se elabora un plan de desarrollo personal y liderazgo? La primera recomendación que debes seguir es tomártelo con mucha calma. Busca la soledad y la tranquilidad, un entorno que inspire. Hazte con un bloc de notas y un lápiz y anota todas las ideas que te vayan surgiendo. Un pequeño braimstorm antes de empezar puede ser muy efectivo al principio.
Después de este momento de reflexión, es hora de comenzar de lleno con el Plan de desarrollo personal y liderazgo. Tras la primera lluvia de ideas es el momento de ordenarlas, hacer una criba y a continuación dar el primer y quizás más importante paso del plan: la definición de objetivos y metas. Los objetivos deben ser pocos, claros y concisos. Eso no quiere decir que no haya trabajo detrás de ellos. Divídelos en áreas de tu vida: profesional, económico, familiar… y establece un mínimo de 5-6 objetivos para cada área. Esos objetivos deben ser definidos en base a unos plazos. Respóndete a la pregunta: ¿Dónde me veo dentro de 1 año/2 años/5 años? Esto te ayudará a definir con más precisión tus metas.
Si quieres empezar a aplicar el liderazgo transformacional, te enseñamos cómo en nuestra guía: ¿Qué es el liderazgo transformacional y cómo desarrollarlo dentro de tu empresa?
Es importante tener en cuenta que los objetivos deben ser planteados de manera positiva. Un ejemplo.
- Fórmula correcta. «Voy a convertirme en el jefe de mi departamento».
- Fórmula incorrecta. «Quiero dejar de ser invisible en mi departamento».
Podría decirse que ambas fórmulas definen un mismo objetivo. Sin embargo, la primera se aplica desde una perspectiva positiva. Puede parecer una tontería pero es una diferencia de actitud importante que seguramente determinará el progreso del plan en el futuro.
Lo siguiente que debes hacer una vez resumir lo que significaría para ti la consecución del éxito. Puede ser un punto en el horizonte o puede ser todo un proceso que en sí mismo constituya un objetivo. Pero déjalo claro. Cada vez que surjan las dudas en la ejecución podrás recurrir a este resumen para reforzarte. También es interesante dejar espacio a lo que vendrá después. Por ejemplo, digamos que consigues la ansiada jefatura de departamento. ¿Qué viene después? No es malo tener una pequeña previsión de mayores objetivos una vez alcanzados los iniciales.
En la fase de planeamiento y ejecución es donde llegan los problemas. Es en este momento cuando se deben plantear las y cumplir las líneas maestras a seguir para alcanzar los objetivos. Es una fase compleja en la que aparecerán variables con las que al principio no habíamos contado pero haciendo una ejecución flexible de plan de acción, es difícil no llegar a los objetivos. Sé persistente y ten siempre en mente tus objetivos. Es la manera de no fracasar.
Y por supuesto, cuando consigas alcanzar alguno de tus objetivos, celébralo. Es algo fundamental en un Plan de Desarrollo Personal y Liderazgo. Actuará como refuerzo para cumplir aquellos objetivos que todavía no has alcanzado y te animará para ponerte metas más altas.
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