5 técnicas de autocontrol emocional para directivos
Cuando entramos en el terreno profesional, todos ponemos en juego nuestras emociones y reacciones. Independientemente del contexto, la forma en que vemos y entendemos la realidad entra en contacto con otras perspectivas, puntos de vista y actitudes con las que no siempre coincidimos.
El día a día laboral supone diálogos, divergencias, debates y el contraste permanente con las personas que nos rodean, lo cual exige un acertado manejo de las emociones.
Esto es todavía más claro en los cargos directivos o en aquellos que supongan el manejo de personal, equipos de trabajo o incluso responsabilidades de mayor envergadura en las empresas. No todo el mundo tiene el tacto para ocuparlos.
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Altos directivos: técnicas de autocontrol para no perder el control
Son muchas las técnicas de autocontrol que han aparecido en los últimos años en el escenario empresarial. Una buena parte de ellas están motivadas por la alta presión a la que se someten los directores de empresas en el día a día.
Además, debemos tener en cuenta que los mercados son cada vez más exigentes y que los responsables de la gestión tienen que responder a numerosos retos. La parte emocional es tan importante (o incluso más) que la parte técnica.
¿Cómo lograr que nuestras emociones no pongan en riesgo la labor directiva? ¿En qué se basa el equilibrio emocional? No tenemos una respuesta exacta a estas preguntas, pero sí que podemos sugerirte algunas técnicas de autocontrol:
1) Proyéctate: ¡el futuro inmediato existe!
Ten cuidado con el próximo paso que vayas a dar. A veces las emociones, especialmente si son fuertes, nos nublan el pensamiento y evitan que veamos el futuro inmediato, es decir, las consecuencias de nuestros actos. ¡Toma aire y medítalo mejor!
2) Encuentra el motivo de tus emociones:
Nietzsche, el filósofo alemán, aseguraba que no elegimos las emociones, sino que son ellas las que nos eligen a nosotros. ¡Cuánta razón llevaba! Hay momentos en los que no podemos decir por qué razón nos sentimos de ésta u otra forma. Por tanto, antes de actuar revisa el origen de cada emoción y determina qué beneficio puedes sacar de ella. Las emociones frías son las más productivas.
3) Escribe un diario de emociones:
Una forma eficaz de enfriar las emociones es a través de la escritura. Escribir es ordenar, pensar, estructurar y crear algo a partir de esa emoción que se nos antoja indomable. Descríbela, detállala, mírala de frente; es un paso para sacar algo positivo.
4) Ensayo mental:
Es una de las técnicas de autocontrol más conocidas, sobre todo en escenarios de toma de decisiones importantes. Consiste en imaginar una situación en la que estemos a punto de intervenir y actuar como si ya estuviese ocurriendo. Se suele enfocar en la repetición de discursos y en el entrenamiento de la seguridad con la que debemos enfrentar ese momento en concreto.
5) Desconecta: relajación muscular:
El estrés, la ansiedad y la presión suelen ser parte del día a día de los directivos y altos gerentes. Estas emociones no sólo se reflejan en su estado de ánimo, sino también en su salud corporal, por ejemplo en el nivel de tensión de los músculos. Una buena técnica de autocontrol consiste en cerrar los ojos, relajar el cuerpo progresivamente y quedarse así un par de minutos. Repite el ejercicio al menos una vez al día.
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