Blockchain y la desintermediación financiera

Blockchain no es una tecnología nueva, de hecho, hace ya una década que fue inventada por Satoshi Nakamoto. Sin embargo, su auge es reciente ya que es ahora cuando las grandes corporaciones han perdido su reticencia y apostado por ella. La desintermediación financiera es sólo uno de sus múltiples efectos sobre la economía, la industria y la sociedad en general, pero, no cabe duda de que su impacto en esta área es notable.

Blockchain remueve los cimientos de la industria financiera

La falta de eficiencia y eficacia del sistema actual de finanzas tiene que ver con su obsolescencia y la de sus procesos, que, aun a pesar de haberse tratado de actualizar mediante la implementación de tecnologías digitales, sigue utilizando el papel como base, en vez de formatos electrónicos; y continúa dependiendo en gran medida de la intervención humana, en vez de priorizar la automatización.

Si bien se está logrando un avance significativo, por ejemplo, en los sistemas de detección prematura del fraude de tarjetas de crédito, por ejemplo, este sector necesitaría acelerar su ciclo de maduración digital para poder ponerse al nivel de las exigencias de la demanda actual.

A día de hoy parece impensable que, incluso las instituciones financieras más grandes sigan dependiendo de una gran variedad de compañías e individuos externos incluso para las transacciones financieras más sencillas. Y esto es sólo un ejemplo de la realidad de un sistema que está plagado de problemas, como:

1. Costes excesivos de las operaciones y transacciones.
2. Tarifas poco ajustadas con las expectativas de clientes y usuarios.
3. Frecuentes retrasos, que restan eficacia a los trámites y encarecen las gestiones.
4. Falta de seguridad en un sistema que queda vulnerable al fraude y los ataques.

Se trata, en definitiva, de un escenario que necesitaba de un cambio urgente. Es el que trae consigo blockchain, permitiendo hacer efectiva la desintermediación financiera.

Las ventajas de la desintermediación financiera y sus riesgos en la práctica

Deshacerse de los intermediarios podría ahorrar a las instituciones y empresas miles de millones al año. También el usuario final se beneficiaría de la desintermediación financiera en gran medida. En concreto:

• Según datos de Coindesk, el banco Santander sería capaz de conseguir un ahorro potencial de veinte mil millones de euros al año.
• Por su parte, Capgemini estima que los consumidores podrían ahorrar hasta dieciséis mil millones en comisiones bancarias y de seguro.

Además de las evidentes ventajas económicas, la tecnología que hace posible la desintermediación financiera también asegura una mayor eficiencia en las operaciones, al tiempo que eleva sus niveles de seguridad.

Pero, aunque todo parecen ser beneficios, los últimos análisis del mercado descubren que, en realidad, en vez de que la tendencia sea hacer desparecer a los intermediarios, el patrón predominante es algo distinto y, en cierta medida, desalentador. En concreto, se observa que:

• Cada vez más instituciones financieras grandes se están preparando para aprovechar la tecnología.
• Sin embargo, muy pocas están desarrollando sus propios sistemas para hacerlo por falta de madurez tecnológica o de perfiles con las capacidades necesarias para poner en marcha un proyecto de este tipo.
• Esto les lleva a agregar nuevas capas a sus ya de por sí complejos sistemas de gestión, incorporando a una nueva figura de intermediario, con mayor experiencia en la tecnología y capacidad para construir sistemas que puedan mediar entre individuos y corporaciones.

Aunque puede ser el inicio de una transformación más profunda, por el momento, no implica grandes cambios y, de ningún modo se puede asegurar que la tecnología blockchain se situará en el centro de las operaciones en el sector bancario en un corto plazo.

¿Cambiará la tecnología la relación de un individuo con las organizaciones financieras de forma radical algún día? ¿Veremos hacerse realidad la desintermediación financiera? ¿Será necesaria una nueva y mayor disrupción en esta industria?

Créditos fotográficos: thamerpic