Balance de situación: una instantánea muy reveladora

Los responsables de negocios y los directores ejecutivos a menudo pasan por alto el balance de situación y se centran únicamente en el estado de resultados o la cuenta de pérdidas y ganancias que, juntos, para ellos, forman el pilar de la administración.

Y es cierto que, de un vistazo, el estado de resultados revela los ingresos obtenidos, permitiendo conocer también ganancias brutas e ingresos netos. O que la cuenta de pérdidas y ganancias se puede usar para determinar el coste del trabajo o el margen de utilidad bruta, por ejemplo. Pero la “instantánea” que aporta el balance de situación permite aprender a conocer mejor el negocio.

Cómo aprovechar al máximo el balance de situación

Para entender el balance de situación hay que aceptar su variabilidad. Cada día es distinto y pueda cambiar bastante de una semana a la siguiente. Eso significa que revisar un documento con fecha de hace días puede significar basarse en datos desactualizados para la toma de decisiones. Las cifras pueden fluctuar significativamente en un período corto de tiempo.

Es por ello que la forma de utilizar esta herramienta es para hacer comparativas. Quienes saben interpretar un balance de situación y aprovecharlo al máximo recomiendan estas tres mejores prácticas:

1. Hacer un seguimiento de las tendencias de la renta variable para saber si las decisiones que se toman reflejan que el enfoque de gestión y estratégico son acertados. La comparativa n el tiempo permitirá comprobar si el negocio tiene éxito y está creciendo o, por el contrario, perdiendo dinero y enfrentándose a dificultades potenciales.
2. Revisar activos y pasivos a título individual. Después de usar activos y pasivos para calcular el patrimonio, es buena idea analizarlos individualmente. Estos números por sí mismos revelan a dónde va el efectivo de la empresa cada semana, mes o año. Por ejemplo, si hay un período que muestra una ganancia, pero aún existen problemas de flujo de efectivo, es probable que los pasivos estén creciendo más rápidamente que los activos. Puede determinarse si el negocio está creciendo o no comparando estos números del balance de situación con los del balance general.
3. Determinar la liquidez calculando el coeficiente actual. El coeficiente circulante, también conocido como coeficiente de capital de trabajo, revela la liquidez de una empresa o su capacidad para pagar las deudas (obligaciones tanto a largo como a corto plazo) comparando todos los activos líquidos y no líquidos de una empresa con el pasivo total. Este índice revela mucha más información que la que se puede extraer al revisar el saldo de efectivo disponible en un balance general, porque los activos totales en el índice actual también incluyen cuentas por cobrar. Calculado con datos actualizados tomados directamente del balance general, el coeficiente circulante refleja la liquidez actual de la empresa. Puede usarse para obtener una idea actual de la salud financiera y también para proporcionar un indicador de la eficiencia de las operaciones de negocio (es decir, el ciclo de conversión de productos o servicios en efectivo).

Ahora que has descubierto nuevas utilidades del balance de situación puede que te surja la duda de si estás maximizando la rentabilidad de tu negocio o no. ¿Has pensado en ampliar tus conocimientos en el plano financiero para tomar mejores decisiones?

Créditos fotográficos: SARINYAPINNGAM