Pasos para la reinvención laboral
La reinvención implica en la mayor parte de los casos una cuestión vocacional. Te sonará la frase “quería ser chef, pero la ingeniería tenía más salidas”. Las profesiones más valoradas en el mercado, que cada año se encuentran en los primeros puestos de la lista en cuanto a demanda, suelen ser las que acumulan también una mayor cantidad de profesionales frustrados porque se dejaron llevar en exceso por lo que la sociedad esperaba de ellos en lugar de explorar sus talentos y sus posibilidades en otros ámbitos que podían resultar más románticos o utópicos.
Después de unos años, cuando se ha alcanzado la madurez profesional o se sufre una crisis de identidad, se suelen retomar estos sueños, estas vocaciones y la persona vuelve a replantearse qué vida quiere llevar, cómo quiere que sea esta vida y cómo quiere que sea su trabajo. Nadie inicia un proceso de reinvención profesional para hacer un trabajo que no le gusta.
El perfil del que se reinventa
Suelen tratarse de personas que tienen una mediana edad, que han tenido una experiencia ya a nivel profesional y hacen un poco de recapitulación para decidir qué quieren hacer en el futuro.
Unos intentan recuperar todo el capital de experiencia que han acumulado para convertirlo en algo nuevo y rentabilizarlo, manteniendo y potenciando la parte que les gusta y evitando poco a poco la que no les gusta, aprovechando de esta forma experiencia pasada.
Por ejemplo, hay muchos directores de recursos humanos que deciden dedicarse a formar en habilidades directivas, o bien hacerse coach. Se han reinventado, pero se han quedado con la parte que les gustaba de su trabajo.
Otros, en cambio, optan por un movimiento muy disruptivo, eligiendo una nueva profesión que nada tenía que ver con la anterior. En este extremo, el más disruptivo, tenemos al director de recursos humanos que decide montar un restaurante, una floristería o hacerse músico, por ejemplo.
Una opción inteligente
Muchos recomiendan que, con la situación que vivimos de la crisis de la carrera clásica, en la que no hay garantías de un trabajo estable por tiempo indefinido, la persona se dedique durante 10 o 15 años a explorar el mercado, a acumular la mayor cantidad de experiencias posible y cuando llegue a la mediana edad decidir qué quiere hacer y planificar la carrera. Dado que el empleo de por vida ya no se puede garantizar, parece sensato tomar las riendas de la propia carrera e ir tomando las decisiones de acuerdo con las motivaciones en cada momento.
Esto supone un choque drástico con nuestra cultura empresarial. La cultura empresarial española es muy estática, por lo que la reinvención implica enfrentarse no solo a los miedos personales sino a las barreras sociales. Se produce un juego interior entre las propias creencias, los bloqueos y el modelo de éxito que nos han transmitido nuestros padres.
Apoyo emocional
Cuando esta reinvención es de tipo disruptivo e implica no solo un cambio de rol sino de sector y de vida, es necesario contar con el apoyo de la red familiar o la red de amigos. La fase de transición será más compleja y habrá muchos momentos de miedos y dudas, donde la persona cuestionará sus valores, creencias y capacidades. Por eso el apoyo emocional que se necesita es importante, y es vital contar con él para salir del proceso con éxito. En este sentido, muchas personas buscan la figura de un mentor o un coach que les proporciona consejo y les ayuda a combatir sus creencias limitantes y a dotar sus pensamientos de un mayor grado de objetividad.
Fuente imagen: Flickr/Peter Alfred Hess
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