¿Qué es una auditoría en una empresa?

Imagina que tienes una empresa y estás convencido de que todo está en orden. Sin embargo, un día descubres que hay errores en tus cuentas, problemas operativos que pasan desapercibidos y riesgos que podrían haberse evitado con una revisión adecuada. ¿Cómo podrías haber prevenido esta situación? La respuesta es simple: a través de una auditoría empresarial. 

En este artículo desglosamos qué es una auditoría en una empresa, los beneficios que ofrece y cuándo es necesario llevarla a cabo. Si estás considerando estudiar una carrera en analítica de negocios, este conocimiento será de mucho valor. El Grado de Administración y Dirección de Empresas de EAE Business School Madrid te preparará no solamente para saber hacer auditorías sino también para aplicar estadística a los negocios, aprender a analizar entornos macroeconómicos y microeconómicos, bases de programación y big data, contabilidad y mucho más. Todo para que cuando termines acabes siendo un profesional capacitado para auditar empresas.

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Su objetivo principal es asegurar el control efectivo, identificar errores de gestión y optimizar los procesos organizativos. Ten en cuenta que no se trata sólo de cumplir con las normativas legales, sino de generar confianza entre inversores, clientes y proveedores, para mejorar la imagen y la transparencia de la empresa.

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Tipos de auditorías

Dependiendo de su objetivo, existen varios tipos de auditorías que se pueden realizar en una empresa.

Auditoría de cumplimiento

La auditoría de cumplimiento  se centra en verificar el cumplimiento de todas las normativas y regulaciones aplicables a su sector y operaciones. 

Objetivos de la auditoría de cumplimiento:

  1. Verificación de normativas: asegurar que la empresa cumpla con las leyes y regulaciones vigentes.
  2. Evaluación de políticas internas: comprobar que las políticas y procedimientos internos se ajustan a las normativas externas.
  3. Prevención de riesgos legales: Iidentificar y mitigar posibles riesgos legales asociados con el incumplimiento de normas.

Auditoría financiera

La auditoría financiera, también conocida como auditoría de cuentas, tiene como objetivo principal verificar la veracidad de las cuentas de una empresa y asegurar que estas cumplan con las normativas contables y legales.

Objetivos de la auditoría financiera:

  1. Garantizar la exactitud de los estados financieros: asegurar que los estados financieros reflejen fielmente la situación financiera de la empresa.
  2. Identificar errores y fraudes: detectar posibles errores o fraudes en los registros contables.
  3. Cumplimiento de normativas contables: verificar que los estados financieros cumplan con los principios contables generalmente aceptados.

Auditoría operativa

La auditoría operativa evalúa los procesos operativos de la empresa para mejorar la eficiencia y la efectividad. Se realiza cuando hay que auditar una empresa para examinar cómo se desarrollan las actividades diarias, la comunicación entre equipos y los sistemas de toma de decisiones.

Objetivos de la auditoría operativa:

  1. Mejorar la eficiencia operativa: identificar áreas de mejora en los procesos operativos.
  2. Optimizar recursos: evaluar la utilización de recursos y proponer formas de optimización.
  3. Asegurar el cumplimiento de objetivos: comprobar que los procesos operativos contribuyen al logro de los objetivos estratégicos de la empresa.

Auditoría de sistemas

Este tipo de auditoría para verificar la seguridad y adecuación de los sistemas informáticos de una empresa asegura que los datos estén protegidos y que los sistemas operen correctamente, cumpliendo con las normativas vigentes.

Objetivos de la auditoría de sistemas:

  1. Garantizar la seguridad de la información: verificar que los sistemas informáticos protejan adecuadamente los datos de la empresa.
  2. Cumplimiento normativo: asegurar que los sistemas informáticos cumplan con las regulaciones y estándares de seguridad.
  3. Optimización de sistemas: evaluar la eficiencia y efectividad de los sistemas informáticos y proponer mejoras.

¿Cuándo hay que auditar una empresa?

Según la legislación mercantil, una empresa está obligada a realizar una auditoría anual si cumple con al menos dos de las siguientes condiciones durante dos años consecutivos:

  • Facturación superior a los 5,7 millones de euros.
  • Total de activos de más de 2,85 millones de euros.
  • Media de más de 50 empleados durante el ejercicio.

En el caso de los grupos de empresas o holdings, es obligatorio realizar una auditoría de las cuentas anuales consolidadas cuando se superan dos de los siguientes límites durante dos ejercicios seguidos:

  • Facturación superior a 22,8 millones de euros.
  • Total de activos superiores a 11,4 millones de euros.
  • Tener una media de más de 250 trabajadores durante el año.

Y, aunque no estén obligadas legalmente, muchas empresas optan por realizar auditorías voluntarias para obtener beneficios relacionados con la transparencia y fiabilidad, la mejora de procesos internos, la inversión de nuevos socios e incluso un tipo de auditoría que se hace por concesión de subvenciones y ayudas, especialmente aquellas otorgadas por la Administración Pública o fondos de la Unión Europea.

Las fases que componen una auditoría empresarial

Planificación

La planificación es la fase inicial y crítica de la auditoría, donde se establece el marco y el alcance del trabajo que se va a realizar. Durante esta fase, se definen los objetivos, se identifican las áreas clave a revisar y se elabora un plan detallado para guiar el proceso de auditoría.

Trabajo de campo

El trabajo de campo es la fase en la que los auditores recopilan evidencia concreta para evaluar la precisión y la integridad de la información proporcionada por la empresa. Esta fase implica una revisión detallada de los registros, la observación de procesos y la realización de pruebas específicas.

Evaluación y análisis

En la fase de evaluación y análisis que se hace en una auditoría de empresas, los auditores revisan y analizan la evidencia recopilada durante el trabajo de campo para identificar cualquier problema o área de mejora. Esta fase es muy importante para poder interpretar los datos y llegar a conclusiones basadas en la evidencia.

Informe final de la auditoría

El informe final de la auditoría es el documento que resume los hallazgos, las conclusiones y las recomendaciones de los auditores. Este informe es el pilar central para comunicar los resultados de la auditoría a la dirección de la empresa y a otras partes interesadas. Debe presentar de manera clara y concisa los problemas y las áreas de mejora identificadas durante la auditoría, y ofrecer recomendaciones específicas para mejorar los procesos y controles de la empresa.

Seguimiento y revisión

El seguimiento y la revisión son las fases finales de la auditoría, donde se asegura que las recomendaciones se implementen adecuadamente y se revisan los resultados para verificar las mejoras. Los objetivos son verificar que la empresa ha tomado las acciones correctivas necesarias basadas en las recomendaciones del informe final. Y comprobar si las mejoras implementadas han resuelto los problemas identificados y han mejorado los procesos de la empresa.

Conclusiones

La auditoría empresarial va más allá de ser un mero requisito legal; es una práctica que aporta múltiples beneficios a las empresas, independientemente de su tamaño y sector. A lo largo de este artículo, hemos explorado en detalle qué es una auditoría, sus tipos, cuándo debe realizarse y las fases que la componen. 

El auditor juega un papel muy importante en este proceso gracias a su independencia y objetividad para proporcionar una evaluación imparcial y elaborar el informe que será la herramienta clave para la toma de decisiones de la dirección de la empresa.

Con el avance de la tecnología, las auditorías también han evolucionado. La auditoría de sistemas, por ejemplo, se ha vuelto indispensable para verificar la seguridad y eficiencia de los sistemas informáticos y asegurar la integridad y protección de los datos

Es recomendable realizar auditorías regulares, incluso voluntarias, e implementar las recomendaciones proporcionadas por los auditores para realmente beneficiarse del proceso. Este conocimiento y práctica, además de fortalecer la posición de la empresa en el mercado, también es capaz de asegurar su crecimiento y éxito a largo plazo. 
Si deseas convertirte en un auténtico profesional de la analítica de negocios y poder hacer auditorías con todas las de la ley, te recomendamos el Grado en Analítica de Negocios de EAE Madrid donde además de poder convertirte en un auditor profesional también podrás profundizar en temas como la microeconomía, estadística y mucho más.

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