Ventajas y perspectivas de un MBA para ingenieros

Una nueva solución formativa complementaria parece estar ganando protagonismo en el sector profesional de nuestros días: la opción de realizar un MBA para ingenieros, es decir, un programa que combine tanto las habilidades propias de esta disciplina (en cualquiera de sus enfoques) como el ámbito de los negocios.

Vaya por delante que los negocios y la ingeniería no han sido tradicionalmente campos que guarden una estrecha relación, tal como sí existe entre los negocios y la economía, la contaduría, las ventas y las finanzas.

De hecho, cuando dichos campos coinciden en un proyecto (lo cual ocurre a menudo, por ejemplo en proyectos arquitectónicos, de obras o informáticos), la distinción entre los dos roles queda clara: cada uno tiene unas actividades asignadas que en muy pocas ocasiones necesitan del otro para ser llevadas a la práctica.

Sin embargo, eso parece estar cambiando. Ante la exigencia de versatilidad y cambio constante del contexto actual, un buen número de profesionales optan por ampliar su formación con programas que en principio guardan escasa relación con su titulación, pero que a medio o largo suponen ventajas competitivas.

 

 

 

MBA para ingenieros: claves para entender el enfoque

Que los ingenieros también tengan habilidades para los negocios no es una idea del todo nueva. Lo realmente novedoso del asunto es que solo hasta ahora ha empezado a materializarse con la salida al mercado de varios MBA para ingenieros.

Tanto la ingeniería como los negocios son dos enfoques altamente demandados en el plano profesional. Cientos de miles de alumnos en España y el mundo optan cada año por estas dos disciplinas y se lanzan al plano profesional con el objetivo de labrarse un camino exitoso y lleno de posibilidades de desarrollo.

Esto indica que quizá no estén tan lejos como parece. De hecho, muchos ingenieros se especializan en el enfoque de los negocios tras acumular varios años de experiencia. Ven en ello una forma de abrirse a nuevas oportunidades laborales y, sobre todo, de adaptarse a un mercado cada vez más competitivo, ágil y dinámico.

 

¿Qué buscan los ingenieros en un MBA?

Las escuelas de negocios que ofrecen este enfoque señalan cuatro aspectos esenciales en los que se fijan los ingenieros a la hora de elegir un MBA de estas características. Veamos cuáles son y en qué consisten:

• Capacidad de liderazgo:

Los ingenieros no necesariamente son líderes. Su especialidad no exige, al menos en principio, una alta capacidad para influir en su entorno ni propiciar cambios en las personas que les rodean. Su rol está más orientado al diseño de soluciones útiles en contextos determinados, las cuales casi siempre suponen la construcción de obras. Sin embargo, si además de estos conocimientos suman habilidades para cobrar un protagonismo positivo en su entorno, sin duda serán capaces de comandar procesos en todos los niveles, jerarquías y aspectos.

• Negociación:

Negociar es una habilidad que no todas las personas poseen. Aunque es una función que a menudo recae en el Project Manager, un ingeniero también está en capacidad de desarrollarla. Al hacerlo, su mirada sobre el rol que desempeña será mucho más rica que antes y tendrá una mayor conciencia del proceso.

• Gestión de equipos de trabajo:

El ingeniero del siglo XXI no sólo debe aspirar a ser líder, sino también a manejar grupos de trabajo en los procesos que comande. Hoy día el trabajo en equipo es una condición esencial de cualquier proyecto, especialmente en el área de los negocios. Saber gestionar grupos en un contexto de negociación ayuda a que un ingeniero pueda, por ejemplo, mejorar la gestión de los recursos que emplea en su terreno y saber orientar los esfuerzos de sus colaboradores.

• Emprendimiento:

Tras acumular cierta experiencia en su campo, muchos ingenieros se lanzan a la aventura que supone emprender su propia idea de negocio. Sin embargo, no todos están capacitados para hacerlo. Un MBA para ingenieros les brinda los recursos y las herramientas necesarias de cara a dicho escenario y les proporciona un mejor conocimiento, estudio y análisis del mercado al que aspiran. De hecho, se calcula que en la actualidad un 25% de los alumnos que se matriculan a programas de este tipo provienen de las facultades o escuelas de ingeniería.

 

Algunos datos sobre los MBA para ingenieros

Los ingenieros que acuden a un MBA como programa formativo complementario son cada vez más jóvenes, lo cual indica que factores como el impulso de ideas de negocio, el emprendimiento, la gestión de proyectos y el conocimiento del mercado en general se han convertido en prioridades laborales.

El asunto parece claro: cuanto más pronto aprendan las habilidades necesarias para desenvolverse en el plano de los negocios, mayores opciones de éxito tendrán a corto, medio y largo plazo. Es, en el fondo, una inversión a futuro.

En Estados Unidos, por ejemplo, casi todos los ingenieros que deciden matricularse a un MBA de este tipo provienen de campos como la mecánica, la química, la biomédica, la electrónica, la informática y el enfoque eléctrico.

La Universidad de Darmouth, por ejemplo, ha elaborado un perfil más completo de los candidatos al MBA para ingenieros y ha concluido que un 29% de ellos se dedica a la ingeniería como tal, un 26% a la consultoría y otro 19% al análisis de inversiones, las soluciones financieras y las tecnologías de la información.

En cuanto a las solicitudes de ingreso, los responsables de Darmouth han reportado un significativo aumento de alumnos. Para el curso 2016-2017, dicho programa recibió 300 solicitudes para 50 plazas disponibles.

 

¿Qué temas se abordan en un MBA para ingenieros?

Ahora bien, cuando se trata de los puntos a abordar en dichos programas, sobresalen asignaturas propias de la ingeniería como la estadística, la optimización de recursos, la toma de decisiones, el análisis de riesgos y la evaluación de tecnologías.

En el caso de los temas específicos del área de los negocios y la administración, se hace énfasis en algunos como el marketing y la publicidad, las operaciones bursátiles, las finanzas corporativas, las habilidades de comunicación y presentación, la contabilidad, el trabajo en equipo y los estilos de liderazgo.