Ventajas de la economía de escala
La economía de escala es un concepto del marketing aplicado generalmente a pequeñas y mediana empresas. Se trata de todos aquellos factores que hacen que el coste medio de una unidad caiga según diversos cambios internos.
Por ejemplo, dicha reducción en un producto o servicio puede ser consecuencia directa de una ampliación de la empresa —nuevas sedes, mayor personal— o de la inyección de recursos que puede suponer la fusión con otra marca. Es decir, siempre que exista un incremento en los ciclos productivos habituales de la compañía.
La economía de escala se sustenta, por tanto, en la relación entre nivel de producción y beneficios: la ecuación clásica señala que si existe una mayor producción, los costes son menores una vez se aplican al producto.
A su vez, también puede hablarse del término inverso: las deseconomías de escala, que son aquellas decisiones orientadas a aumentar la producción pero que, a diferencia de las primeras, no se traducen en una reducción de los precios. Los ejemplos más típicos son la sobrecapacidad, las horas extras y el marketing adicional… Conoce más sobre estas deseconomías de escala en el artículo ventajas e inconvenientes de las economías de escala.
Es por ello que estos procesos no se aplican en todos los contextos. Los expertos en la materia han establecido dos formas básicas de ponerlos en marcha:
a) Reducir los costes medios directos. Es decir, cuando la empresa lleva a cabo los cambios sobre la infraestructura o los recursos con los que ya cuenta. Por ejemplo, en los casos en que el aumento de la producción se realiza con la misma maquinaria o sin variar el personal humano implicado.
b) Desplazar la función de los costes. En este caso, en cambio, la implementación de un proceso de economía de escala sí implica la instalación de nueva maquinaria o la externalización de un servicio. Es una ampliación en toda regla.
La economía a escala. ¿Qué gano si la aplico?
Sin embargo, sea cual sea la opción elegida y el escenario comercial donde se mueva la empresa, un proceso de economía de escala siempre supone una serie de ventajas que van más allá de los beneficios económicos netos.
- Aumenta la eficiencia de la empresa. No sólo se trata de aumentar la producción en términos cuantitativos. También se perfeccionan los procesos internos que de una u otra manera intervienen en los ciclos productivos de la compañía.
- Estructura más óptima. Por lo anterior, la estructura de la compañía debe saber asimilar los cambios y evolucionar hacia un modelo más eficaz. Los distintos niveles de mando deben convivir en armonía y promover un clima laboral donde queden claros factores como las responsabilidades, las relaciones y el tipo de comunicación.
- Mejores productos. La reducción de costes no va ligada, como muchos piensan, a una disminución en la calidad del producto o servicio. La idea es que los dos elementos convivan de la mejor manera y se complementen.
- Mayor experiencia. El aumento de la producción va ligado con una especialización en el sector en el que se opera. Producir más significa, en últimas, hacerlo cada vez más y mejor. La experiencia es, no lo olvidemos, uno de los elementos que más sopesan los clientes antes de decantarse por un producto.
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