Descubre qué tipos de empresas existen según su forma jurídica

A quien no se le ha ocurrido, alguna que otra vez, una idea brillante que podría revolucionar un sector. Aunque pueda parecer que no es así, tener una idea es la parte “fácil”, mientras que, desarrollarla, suele resultar mucho más complicado de lo que pueda parecer.

Partiendo de esta base, las primeras preguntas que suele hacerse un emprendedor suelen ser: ¿qué tipos de empresas existen según su forma jurídica? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de cada una de ellas? Y, sobre todo, ¿cuál debería elegir?

Que no cunda el pánico, a continuación, podrás conocer la respuesta a estas preguntas y profundizar en uno de los temas más importantes y básicos del mundo empresarial.

Tipos de empresas según su forma jurídica

Existen diferentes tipos de empresas según su forma jurídica. Los más comunes son:

• Unipersonal
• Sociedad Limitada
• Sociedad Anónima
• Sociedad Colectiva
• Sociedad Comandataria
• Sociedad Cooperarativa

Cada una de estas tiene una características específicas, así como unas ventajas y desventajas que conviene conocer para escoger la forma jurídica perfecta para tu empresa. 

Unipersonal

Una Sociedad Unipersonal es una forma jurídica empresarial en la que la propiedad y la gestión de la misma recae sobre una sola persona física o jurídica. Es decir:

• Cuando la empresa cuenta con un único socio o propietario.
• Dicho socio tiene personalidad jurídica propia.

En las empresas unipersonales, el patrimonio de la empresa se separa del patrimonio personal del propietario, por lo que su responsabilidad queda limitada al capital que haya aportado a la empresa.

¿Cuándo deberías optar por esta forma jurídica?

Esta opción es especialmente interesante para los emprendedores que quieren crear una empresa en solitario, pero que buscan una estructura más sólida y formal que una empresa individual.

Sociedad Limitada

Una Sociedad Limitada es aquella en la que los socios tienen responsabilidad limitada al capital que han aportado a la empresa. Es decir:

• Si la empresa llega a tener deudas o problemas económicos, los socios sólo responderán hasta el límite de su inversión en la empresa, y no con su patrimonio personal.

Una gran ventaja asociada a esta forma jurídica de empresa es la flexibilidad que ofrece en cuanto a la estructura de gestión y organización de la empresa se refiere, ya que los socios pueden elegir libremente el régimen de administración y el número de administradores que tendrá la empresa.

¿Cuándo deberías optar por esta forma jurídica?

Esta es la alternativa recomendada para las pequeñas y medianas empresas, así como para los emprendedores que busquen un equilibrio entre responsabilidad y flexibilidad en la gestión empresarial.

Sociedad Anónima

Seguramente hayas escuchado hablar de las Sociedad Anónima (SA). Este tipo de forma jurídica se refiere a aquella en la que los accionistas tienen una responsabilidad limitada frente al capital que han aportado a la empresa. Es decir:

• La empresa se divide en acciones, que pueden ser compradas por cualquier persona o entidad.
• Los accionistas tienen derecho a participar en la toma de decisiones a través de la junta de accionistas.

En este caso, un consejo de administración, elegido por los accionistas, es quien se encarga de la gestión de la empresa.

¿Cuándo deberías optar por esta forma jurídica?

Una Sociedad Anónima es ideal para empresas de mayor tamaño que tienen un capital social importante, ya que:

• Ofrece una mayor flexibilidad en la estructura de propiedad y gestión.
• Permite una mayor captación de recursos financieros.
• La responsabilidad limitada de los accionistas brinda una mayor protección a su patrimonio personal.

Sociedad Colectiva

La Sociedad Colectiva es una forma de empresa en la que dos o más personas se unen para llevar a cabo una actividad empresarial de forma conjunta. Es decir:

• Todos los socios comparten los riesgos y beneficios de la empresa, y tienen derecho a participar en la gestión y administración de la empresa.
• A diferencia de otras formas jurídicas, en la Sociedad Colectiva todos los socios tienen responsabilidad ilimitada. Por ende, responden de forma solidaria y personal ante las deudas y obligaciones de la empresa.

¿Cuándo deberías optar por esta forma jurídica?

Esta forma jurídica es una opción bastante interesante para aquellas empresas que se basan en la confianza y la relación de socios, con experiencia y conocimientos complementarios.

Su principal ventaja es la flexibilidad que ofrece en la gestión y organización de la empresa.

Sociedad Comanditaria

En una Sociedad Comanditaria existen dos tipos de socios, los socios comanditados y los comanditarios. Veamos las diferencias entre ambos:

Socios comanditados:

• Gestionan la empresa.
• Tienen responsabilidad ilimitada frente a las deudas y obligaciones de la empresa.

Socios comanditarios:

• Aportan capital a la empresa.
• Tienen responsabilidad limitada y no tienen derecho a participar en la gestión de la empresa.

Por otro lado, los beneficios y pérdidas de la empresa son repartidos entre todos los socios, de acuerdo a lo establecido en el contrato.

¿Cuándo deberías optar por esta forma jurídica?

La Sociedad Comanditaria es una opción interesante para las empresas que buscan capital pero quieren mantener el control de la gestión en manos de un grupo de personas con experiencia y conocimientos específicos.

Sociedad Cooperativa

Por último, señalamos que una Sociedad Cooperativa es aquella en la que los socios se unen de manera voluntaria para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes a través de una empresa de propiedad conjunta y gestión democrática.

En las Sociedades Cooperativas, los socios contribuyen con capital y esfuerzo y comparten los beneficios de manera equitativa.

• Cada socio tiene derecho a un solo voto, independientemente de su aporte de capital.
• La toma de decisiones se realiza de manera democrática en las asambleas generales de socios.
• Los socios también pueden participar en la gestión de la empresa.

¿Cuándo deberías optar por esta forma jurídica?

Las cooperativas son la opción ideal para las personas que valoran la participación activa y democrática en la gestión de la empresa, y que buscan unirse entre sí para satisfacer sus necesidades comunes.

Esta alternativa suele ser la opción elegida para la producción y comercialización de bienes y servicios, la promoción del desarrollo local, el cuidado del medio ambiente, etc.

¿Cómo elegir la forma jurídica de una empresa?

Escoger la forma jurídica de tu empresa es una decisión que no debes tomar a la ligera. Esta importante decisión afectará tanto el funcionamiento interno como la imagen y la percepción externa de la empresa.

Por ende, te recomendamos valorar detenidamente esta decisión.

Dicho esto, ¿qué debes tener en cuenta a la hora de elegir la forma jurídica?

• ¿Qué responsabilidad deseas tener con respecto a la empresa, limitada o ilimitada?
• ¿Cuántos socios vais a conformar la empresa? Recuerda que, por ejemplo, las Sociedades Anónimas deben contar con al menos dos socios.
• ¿Cuál será la naturaleza de la actividad? Algunas formas jurídicas pueden resultar más convenientes para actividades específicas. Por ejemplo, la Sociedad Cooperativa es una forma jurídica adecuada para actividades de carácter social, mientras que una Sociedad Anónima es ideal para empresas con alto potencial de crecimiento.
• Otro aspecto importante a considerar es la fiscalidad. En este sentido, señalamos que cada forma jurídica tiene un tratamiento fiscal específico, que puede resultar más o menos ventajoso en función de las circunstancias de la empresa y los socios.
• Por último, debes valorar el coste y la complejidad de cada forma jurídica.

En resumen, elegir la forma jurídica adecuada para una empresa dependerá de las características y necesidades de la empresa y de los socios, por lo que te recomendamos ponerte en contacto con un asesor jurídico especializado que te pueda ayudar a tomar la decisión más acertada.

¿Cuál es la forma jurídica más utilizada en España?

En España, la forma jurídica más utilizada por las empresas es la Sociedad Limitada (SL), que como ya hemos visto se caracteriza por tener un capital social dividido en participaciones sociales, y que destaca por:

• La flexibilidad que ofrece para la gestión de la empresa.
• La limitación de la responsabilidad de los socios al capital aportado.

Además, la SL tiene una regulación más sencilla y flexible que otras formas jurídicas, por lo que suele ser la opción preferida (y más recomendada) para iniciar un negocio.

No obstante, en España existen otras formas jurídicas como las que acabamos de ver. Y por ello, en última instancia, la mejor forma de decidir qué tipo de forma jurídica crear es de la mano de profesionales en la materia.