Situación laboral en España. ¿Es buen momento para cambiar de trabajo?
El mercado laboral español se caracteriza por una mayor dependencia de los ciclos económicos que otros países. Cada vez que se produce una crisis o una recesión económica, las tasas de paro aumentan muy por encima de la media europea y del resto de países desarrollados. Territorialmente, las comunidades que más han sufrido la crisis son Castilla la Mancha, Extremadura, Andalucía y Canarias, con tasas de paro superiores al 30%. En una posición intermedia, con tasas de paro entre el 24 y el 30% se encuentran Asturias, la Comunidad Valenciana y Murcia. En mejor situación, aparece el resto de comunidades autónomas, aunque en ningún caso el paro desciende por debajo del 20%, excepto en País Vasco, donde se coloca en el 15,5%.
Situación por sectores y edades
Si examinamos la cuestión a nivel sectorial, por un lado cabe destacar que las empresas pequeñas, con menos de 50 trabajadores, son las que más han experimentado recortes o han desaparecido en mayor porcentaje. La plantilla estructural se ha intentado mantener, pero las empresas han intentado por todos los medios prescindir o minimizar al máximo el uso de servicios externalizados. En general, las empresas que menos han innovado a nivel comercial son las que han soportado peor las consecuencias de la recesión económica porque se han vuelto menos competitivas.
Es sabido que, si mencionamos la cuestión sectorial, la construcción es el sector que se lleva la peor parte y el financiero ha tenido que enfrentarse a una completa reestructuración, además de recibir soporte del Estado, para poder sobrevivir. También el sector audiovisual, que experimenta su propia crisis además de la recesión económica y el automovilístico, con expedientes de regulación de empleo bastante importantes como en el caso de Nissan (1500 personas), Opel, Renault o Pirelli.
Los negocios que, en el otro lado de la balanza, han crecido durante esta época de turbulencias son el agroalimentario (el ámbito de los piensos compuestos aumentó por ejemplo un +17,3% su facturación entre 2011 y 2012), el de servicios energéticos (+13,8%), y aquellos negocios relacionados con actividades tecnológicas donde el I+D es un componente fundamental para la diferenciación de su actividad.
Además, contamos con una altísima tasa de paro juvenil. Paradójicamente, un colectivo tradicionalmente con alta empleabilidad por suponer menor coste para la empresa se encuentra ahora en una situación en la que encontrar un trabajo, aunque sea precario, parece una misión imposible. Ni los estudios, ni los idiomas, ni la experiencia garantizan un empleo estable, aunque no se puede negar que son factores decisivos para las empresas a la hora de hacer la criba.
Mirando al futuro
Según los expertos, cada vez habrá más trabajo, pero cada vez habrá menos empleo. Esto quiere decir que cada vez las empresas necesitarán más personas pero tendrán menos capacidad de crear puestos de trabajo. Las predicciones indican que no se creará empleo neto, al menos, hasta 2015, y esto cala en el ánimo de la clase trabajadora. Según las últimas encuestas, el 94% de las personas se muestran pesimistas, opinando que nos encontramos en un mal momento para encontrar empleo. Moderación salarial y flexibilidad laboral son las palabras mágicas de este momento. Las últimas reformas laborales han iniciado este camino y muchas son las empresas que se han visto forzadas a reducir su plantilla para poder sobrevivir a la recesión hasta el momento en que vuelva a aumentar la demanda.
Por eso el mercado se expone a una mayor demanda de profesionales a los que contratar de manera flexible, mediante fórmulas como el autoempleo y con una mayor movilidad geográfica. Para muchas personas su elección profesional ya es la del autoempleo, operando con diferentes clientes al mismo tiempo.
No es más que una estrategia de adaptación a la demanda de las empresas, sobre todo al considerar los trabajos cualificados. En el futuro, que ya es presente, será la opción en muchos casos para tener acceso a ese tipo de puestos de trabajo. En este sentido, los profesionales se van a ver cada vez más en la necesidad de vender su actividad profesional a diferentes clientes y acumular diferentes empleadores.
Fuente imagen: Flickr/J>Ro
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