Negocios con poca inversión, ¿cuál es su secreto?
La falta de recursos es el principal obstáculo para el emprendimiento de nuevos negocios. Muchas ideas se quedan a medio camino porque sus precursores no tienen medios ni opciones de financiación que les permitan asegurar la continuidad de sus negocios, al menos al inicio o en las primeras etapas.
Sin embargo, por fortuna las cosas están cambiando. En la actualidad asistimos a una inevitable evolución en los modelos de empresa que ha sido motivada, sobre todo, por las exigencias de un mercado laboral cada vez más competitivo y un giro en la relación entre los consumidores y los productos.
Las nuevas tecnologías han permitido que las empresas desarrollen proyectos netamente digitales o mixtos, algo que ha incidido en el ahorro de costes directos e indirectos derivados de la actividad comercial.
Claves para sacar adelante un negocio con poca inversión
La tendencia es clara: existen negocios con poca inversión en todos los sectores de la economía, muchos de los cuales logran posicionarse en sus respectivos campos. ¿Cómo lo hacen? ¿En dónde reside su secreto?
La respuesta parece sencilla, aunque no por ello definitiva. Cuando se trata de llevar a la práctica una idea de negocio, lo más importante no es el capital invertido sino la gestión del mismo. Es decir, que emprender con sumas relativamente bajas no es un obstáculo, pese a que ello requiera el refuerzo de otros aspectos.
De hecho, en este tipo de negocios los emprendedores deben compensar la ausencia de un capital fuerte con elementos como:
- Disciplina. Quien esté al frente de un negocio de este tipo debe saber que parte del truco consiste en establecer rutinas en torno a éste y no perder nunca los objetivos trazados. En muchas ocasiones, sobre todo si se trata de captar clientes, la constancia es el complemento ideal de los presupuestos reducidos.
- Buena gestión financiera. Por supuesto, es necesario que haya un control más directo de los movimientos de caja del negocio, tanto de los activos como de los pasivos. Se trata de maximizar los recursos disponibles en la medida en que sea posible y, también, aprovechar las oportunidades de inversión que se presenten sobre la marcha. Cualquier contacto o negocio puede ser definitivo, sobre todo cuando estamos empezando.
- Supervisión constante. Los negocios con poca inversión exigen una mayor atención de sus responsables. Suele decirse que un emprendedor de este tipo necesita entre 15 y 18 horas al día mientras el negocio se consolida. En el fondo, dicho tiempo también es una inversión a futuro.
Algunos ejemplos de negocios con poca inversión
Ahora bien, veamos un par de ejemplos que nos ayuden a ver con más claridad lo que implica apostar por un negocio con presupuestos reducidos:
a) Tiendas de segunda mano. Los productos provienen de donaciones o de adquisiciones a bajo precio y el rendimiento que se obtiene suele ser alto. Ojo, no esperes hacerte rico; se trata de ganar dinero extra.
b) Subir vídeos a las redes. Los denominados ‘youtubers’ han encontrado una forma gratuita de ganar dinero subiendo sus contenidos a la red.
c) Venta de artículos por Internet. Amazon, Softonic o eDreams reflejan muy bien esta idea de negocio. Al servir de intermediarios entre el cliente y el producto y operar vía online, los gastos se reducen.
d) Trabajador freelance. Muchos profesionales recurren a esta opción por las facilidades que supone. Pueden operar desde cualquier parte del mundo y enviar todos los contenidos a través de la red.
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