Gestión del tiempo en el trabajo remoto

La gestión del tiempo en el trabajo es uno de los mayores desafíos de los modelos híbrido o remoto. Cuando estamos en casa, o fuera de la oficina, nos cuesta más organizar la jornada y evitar la procrastinación.

Al mismo tiempo, está demostrado que alargamos el horario de trabajo e incluso perdemos calidad de vida, por ejemplo, al comer frente al ordenador. Según el Informe de compromiso y retención de 2021 del Achievers Workforce Institute, “a más de la mitad de los empleados remotos les preocupa que sus superiores tengan dudas sobre su productividad”.

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¿Cómo puede la empresa facilitar la gestión de tiempo en el trabajo remoto?

Para evitar que este tipo de malas prácticas deriven en problemas de motivación y compromiso, conviene poner soluciones.

Una forma de empezar es concentrarse más en los resultados y menos en los aportes. La productividad sube y baja en función de muchos factores, como:

  • Experiencia
  • Interés
  • Motivación personal
  • Distracciones

Por eso, conviene establecer metas y plazos específicos, verificar regularmente y registrar el progreso, lo que es más importante que conocer las horas concretas en que se trabaja. Podríamos afirmar que medir la productividad es más importante que monitorizarla.

Gestión del tiempo en el trabajo: cómo puedes superar el reto de la flexibilidad

La gestión del tiempo en el trabajo remoto se complica, al faltar los parámetros a los que cualquier persona está acostumbrada cuando desarrolla su actividad en la oficina. Pero es posible ser más efectivo si se aplican estos consejos:

  1. Fijar un horario. Este horario no solo facilita la gestión del tiempo en el trabajo, sino fuera de él. Las tareas de la casa, los momentos para la desconexión y el ocio y las responsabilidades familiares compartidas quedarían estructuradas. Es buena idea recurrir a herramientas digitales, como Google Calendar, que incluyen sistemas d alertas y notificaciones para evitar despistes.
  2. Apoyarse en la tecnología. Los avances nos hacen más productivos y son un buen aliado para la gestión del tiempo en el trabajo. Los software de seguimiento de la actividad, los de productividad o los que bloquean determinadas aplicaciones y programas en los horarios fijados ayudan a alcanzar metas. Qué cómodo tener la tranquilidad de que sonará una alerta cuando es hora de tomar un descanso o terminar la jornada laboral. Un ejemplo es Stretchly, una aplicación de código abierto que ofrece un recordatorio de pantalla y un temporizador para que el teletrabajador recuerde levantarse de la silla y estirar las piernas.
  3. Dejar de lado las redes sociales. En la medida de lo posible, es recomendable cerrar sesión en las cuentas de redes sociales durante el tiempo de trabajo para estar menos inclinado a usarlas.
  4. Flexibilizar la jornada. Puede suceder que el horario de trabajo típico no sea el más realista si se tienen obligaciones familiares. También puede notarse que uno es más productivo durante horas no tradicionales, como antes de que otros en su casa se despierten o después de la cena. Cualquier motivación puede ser buena para respaldar una solicitud de flexibilidad y el establecimiento de un horario de disponibilidad.

La gestión del tiempo en el trabajo plantea retos que permiten conoceros mejor y seguir creciendo profesionalmente. En vez de tratar de prolongar los antiguos métodos y continuar con los hábitos de siempre, ante un cambio de escenario la opción más recomendable es evaluar las necesidades y alternativas y buscar la manera de ajustar las expectativas a la realidad.

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Créditos fotográficos: gpointstudio


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