Comunicación paraverbal: el arma del líder
La comunicación paraverbal tiene que ver con la forma en que decimos las palabras al hablar con otra persona o grupo. Por ejemplo, parecemos felices, tristes, molestos, determinados o contundentes. Algunos investigadores sugieren que los mensajes que se transmiten de este modo representan aproximadamente el 30% de lo que comunicamos. Un porcentaje demasiado elevado para dejarlo fuera de control, especialmente en el caso de un líder empresarial.
El tono de voz y la forma en que pronunciamos las palabras es importante. Cuando estamos enfadados, por ejemplo, tendemos a hablar más rápido y con un tono más alto. Si sentimos que alguien nos está atacando, tendemos a responder con frases cortas y tajantes. También puede descubrirse si una persona está aburrida, ya que hablará de forma lenta y monótona.
Sin embargo, la comunicación paraverbal también puede ser mal interpretada. Los acentos locales o las influencias culturales pueden confundir nuestra lectura del tono. Además, las cualidades de cada orador también influyen en cómo se percibe su discurso. Hay quienes tienden a terminar sus oraciones en una nota ascendente, otras en una nota descendente, independientemente del estado de ánimo en que se encuentren.
Cómo usar la comunicación paraverbal para ser mejor líder
El tono es la clave de la voz y debe ser tenido en cuenta si se quieren aprovechar las posibilidades de la comunicación paraverbal. Así, por ejemplo:
- Un tono alto a menudo se interpreta como ansioso o molesto.
- Un tono bajo suena más serio y autoritario.
- La variación en el tono de voz también es importante para mantener interesada a la audiencia.
El líder debería ser consciente de estos aspectos para poder perfeccionar su forma de emitir el mensaje, evitando malas interpretaciones y consiguiendo más fácilmente su objetivo. Una forma de lograrlo es, si naturalmente se habla con una voz muy aguda o grave, trabajando en variar el tono para abarcar todos los rangos de sus cuerdas vocales.
Hay que tener presente que, una vez que se empieza a hablar, los interlocutores captan el tono de voz del emisor y reaccionan ante él. Merece la pena, por tanto, esforzarse por conseguir un tono positivo pero revestido de autoridad, dos cualidades del líder. Para ello, en las comunicaciones con el equipo puede resultar de utilidad:
- Intentar bajar un poco el tono de voz.
- Sonreír, no solo con la expresión facial, sino también con la mirada.
- Mantener una posición corporal erguida, pero sin tensión.
- Controlar los propios pensamientos, ya que, si son negativos se filtrarán al tono de voz.
Además del tono, para dominar la comunicación paraverbal hay que ser conscientes de la fuerza de la velocidad. El ritmo al que se habla también tiene un efecto de gran impacto en la capacidad de comunicación de un individuo.
Desde una perspectiva práctica, un líder de equipo que habla rápidamente es más difícil de entender que uno que habla a un ritmo moderado. Por el contrario, un líder de equipo que habla muy lentamente probablemente perderá el interés de su audiencia antes de llegar muy lejos.
La velocidad también tiene un efecto en el tono y la calidad emocional del mensaje. Un ritmo apresurado puede hacer que el equipo se sienta ansioso y acelerado, mientras que uno demasiado lento puede hacer que el equipo sienta que el mensaje no es importante.
El líder deberá tratar de adoptar un ritmo moderado, que resulte natural y ayude al equipo a concentrarse en su mensaje.
Una manera fácil de verificar el propio tono y velocidad es grabarse hablando. ¿Habías evaluado tus habilidades de comunicación paraverbal alguna vez? ¿Has pensado en cómo te sentirías al escuchar tu propia voz? Un truco para conseguir buenos resultados es trabajar para hablar de la manera en que te gustaría que te hablen.
Crédito fotográficos stockyme
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