Cash pooling, la gestión centralizada de efectivo
La agrupación de efectivo (o cash pooling) es una estrategia de gestión de efectivo centralizada que persigue el objetivo de equilibrar las cuentas de las filiales de un grupo. Su meta última es optimizar la condición y la gestión de la tesorería superando las imperfecciones de los mercados financieros con menores costes financieros.
En el caso de un grupo grande compuesto por un holding poderoso y subsidiarias más débiles, la combinación efectiva de efectivo puede permitir el acceso a los mercados financieros.
Procesamiento de fondos en efectivo
La gestión centralizada del efectivo se realiza mediante la carga de los saldos de las cuentas bancarias de las filiales en la cuenta centralizadora.
De este modo, el CFO de la compañía puede tener una visión mucho más completa del efectivo y la liquidez en el grupo y conocer con precisión el estado de la tesorería de sus subsidiarias.
La cuenta centralizadora de la explotación es una cuenta única diseñada para centralizar todos los días todos los saldos de cuenta de las subsidiarias de la compañía y unifica el flujo de caja de las distintas cuentas para mejorar la gestión global.
El cash pooling puede hacerse por:
- Transferir fondos a cuentas con saldo negativo, para que no haya un gasto por intereses más alto.
- Transferir fondos a una cuenta, para cosechar los dividendos del saldo acreedor.
De esta manera, el número de cargos por sobregiro se reduce a uno solo (la cuenta dinámica), lo que reduce drásticamente los flujos salientes.
El banco puede elaborar un informe detallado de todos los flujos de efectivo e intereses dentro del grupo generados por las distintas cuentas, siguiendo el contrato bancario previamente definido entre la institución y el grupo.
Tipos de cash pooling
Dependiendo de la estrategia del grupo, la agrupación de efectivo puede tomar varias formas, siempre que se haya definido previamente un marco y condiciones con el banco, que dibuja los diversos niveles jerárquicos y roles de cada cuenta, de modo que el banco pueda organizar la centralización en una o más niveles de cuentas.
Por lo general, se puede distinguir entre la agrupación de efectivo nocional y otros tipos de agrupación de efectivo, como la de saldo cero, una de las más destacadas.
Vamos a conocer ambos enfoques un poco más a fondo:
- Agrupación de efectivo nocional. La agrupación de efectivo nocional, al fusionar los estados de interés, conduce al logro de un resultado similar al de la agrupación de efectivo estándar, es decir, una centralización automática de efectivo. Optar por este enfoque implica que todas las cuentas del grupo operen de forma independiente y administran sus propias líneas de crédito. Con la agrupación de efectivo nocional se pueden combinar las cuentas de cada subsidiaria, sin recaudar efectivo ni perderse en papeleo. La principal ventaja de este método es que cada entidad constitutiva de la empresa permanece independiente dentro del grupo.
- Saldo cero de fondos en efectivo. Este tipo de agrupación de efectivo requiere un dominio de las cuentas y una cuenta de saldo cero. El cash pooling de «saldo cero» permite centralizar todos los flujos de efectivo del grupo en una sola cuenta, y luego ver y verificar todas las condiciones de tesorería de cada subsidiaria y la compañía matriz. Para conseguirlo, el grupo le pedirá a su banco que configure cuentas internas, las cuales se fusionarán en la cuenta principal. En este caso, es preciso que ambas contrapartes revisen sus acuerdos sobre líneas de crédito.
El cash pooling está asociado a importantes ventajas. Entre sus beneficios cabría destacar la simplificación de la gestión de caja mediante la centralización del saldo, la disminución de comisiones bancarias y costes financieros y, no menos relevante, la optimización del control de las arcas de las filiales.
Créditos fotográficos: ipopba
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