Elementos y funciones de la gestión bancaria
Quienes han montado un negocio propio saben la importancia de realizar una gestión bancaria eficaz, sobre todo tras haber superado una crisis económica mundial como la que se vivió a partir de 2008 y de la cual apenas nos estamos reponiendo.
La clave está en reconocer a los bancos como nuestros aliados, pues finalmente son las entidades que nos ayudan a hacer un buen manejo de la liquidez y de los recursos que permiten la sostenibilidad de cualquier negocio.
Cualquier relación empresa-banco se debe basar en la confianza, la transparencia y la honestidad. No puede ser un vínculo que suponga mayor beneficio para alguna de las dos partes; bien mirado, hablamos de un trato de cliente-proveedor.
Gestión bancaria, ¿todo tiempo pasado fue mejor?
Hasta hace relativamente poco tiempo, las diferencias entre las distintas corporaciones bancarias que operaban en el mercado financiero eran inapreciables a simple vista. Sólo un experto en la materia era capaz de dilucidar las escasas ventajas que suponía optar por una entidad en vez de otra. Sin embargo, esto ha cambiado.
Ahora la gestión bancaria exige un conocimiento a fondo de cada uno de los bancos, de los servicios prestados y, claro está, de los beneficios que esos mismos servicios nos pueden reportar para una mejor labor financiera.
Una buena elección puede potenciar aspectos como el acceso a liquidez, acertados controles financieros y administrativos, mayores probabilidades de financiación y hasta agilidad en las operaciones que tengan que ver con la actividad comercial en sí misma.
Opciones de gestión bancaria para una empresa
No obstante, lo anterior no quiere decir que la gestión bancaria de tu empresa deba pasar sólo por una entidad. De hecho, existen varias posibilidades a la hora de entablar relaciones con las corporaciones crediticias de tu medio. Veamos algunas:
- Negociar con una sola entidad:
Es una estrategia recomendable sólo para empresas pequeñas o medianas, es decir, aquellas que no deban adquirir demasiados compromisos crediticios ni de liquidez. En esas condiciones, tratar con un solo banco es prácticamente una garantía de confidencialidad, cercanía y servicio individualizado.
- Negociar con varias entidades:
Si tu negocio es grande o tiene una estructura compleja, la mejor alternativa de gestión bancaria es acudir a dos o más entidades crediticias de tu entorno. Por ejemplo, de esta manera podrás comparar los distintos servicios y condiciones que cada una de ellas te ofrece y, al mismo tiempo, diversificar tu inversión, un aspecto que los propios bancos valoran positivamente de sus clientes. Es más, la competencia entre esos mismos bancos puede jugar a tu favor en casos en que debas negociar la contratación de un determinado producto. No obstante, la nota negativa de esta opción es que la gestión bancaria como tal se hace mucho más compleja que si contrataras una o dos entidades bancarias.
Una acertada gestión bancaria empieza desde el momento en que tomas la decisión de elegir una u otra entidad crediticia. Recuerda que es fundamental valorar antes si las condiciones que te ofrecen son las que más le convienen a tu negocio.
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