El fracaso digital, entre las principales causas de la crisis empresarial

La consultora internacional de comunicación y relaciones públicas Burson Masteller acaba de publicar el informe «EMEA Crisis Survey 2015» en el que pone de relieve que casi la mitad (el 49%) de los directivos del EMEA (Europa, Oriente Medio y África) han atravesado una crisis en su empresa. Los nuevos modelos de negocio junto al fracaso digital, una mala reputación en redes sociales y la intensa supervisión regulatoria destacan como los principales motivos.

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Es innegable que, en el último lustro, han entrado en escena y se han ido asentado nuevos modelos empresariales que rompen con el esquema tradicional. Negocios online, ecommerce, marketplaces y un sinfín de nuevas empresas han irrumpido en el ámbito empresarial poniendo en jaque, incluso, a las grandes compañías. De hecho, el 73% de los líderes encuestados los consideran como una amenaza para su crecimiento y al menos el 21% ha vivido una crisis por la aparición de un modelo de negocio innovador en su sector durante el último año.

Pero igual o más importante es la apuesta digital que lleven a cabo las empresas del siglo XXI; la marca es el activo más importante que tienen las empresas y su reputación su valor más poderoso. Y en la era de las redes sociales, toda crisis puede comenzar en el momento más inesperado y alcanzar unas dimensiones nunca previstas. Así, casi la mitad de las empresas estudiadas posee una plan de comunicación de crisis digital, factor nada desdeñable si se tiene en cuenta que al menos el 80% de los consumidores lee una opinión en Internet antes de comprar un producto para asegurarse de su calidad.

Para no naufragar, todo proyecto empresarial debe empatizar con su público objetivo, tener como centro al consumidor -estudiado al milímetro- y mimar la experiencia de usuario. Y para ello, la digitalización no debe limitarse únicamente al terreno del marketing sino hacerse extensible a toda la cadena de valor de la empresa.

En tercer lugar, el informe de Burson señala que uno de cada cinco directivos del EMEA confiesa haber experimentado una crisis empresarial debido a una fallo de seguridad online. Todo un reto para estas compañías si se consideran los últimos datos aportados por la consulta Forrester, que estima en 115.000 millones de dólares las ventas que se realizarán en 2015 a través de smartphones y tablets. Una tendencia que aumentará a pasos agigantados en los próximos cinco años hasta el punto de que el mcommerce crecerá una 119% en 2020. Por este motivo, en plena explosión del Big Data y del Internet de la Cosas, la ciberseguridad debe ser un asunto de primer orden en todo comité directivo y contar con recursos expertos un imperativo para no poner en peligro información sensible de la empresa.

Todo ello, sin olvidar las trabas burocráticas y la alta imposición regulatoria como otro de los motivos que hacen que las pymes y autónomos con problemas acentúen aún más su crisis. En este sentido, el último estudio Hiscox «ADN del emprendedor español» coincide también en situar los problemas políticos y la excesiva burocracia gubernamental como principales obstáculos para fomentar proyectos emprendedores.

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