Habilidades de un directivo: de obsoleto a relevante

Algunas habilidades de un directivo podrían estar quedando obsoletas o, al menos, próximas a perder la relevancia que tenían. Es hora de actuar antes de que esto suceda para asegurar el futuro profesional. Esta necesidad está motivada por la alta velocidad a la que se producen los cambios en algunas industrias, producto de innovaciones en las tecnologías que las impulsan.

Las transformaciones se suceden a tal velocidad, que las habilidades que se necesitan para tener éxito en este momento no son las mismas que necesitarán dentro de cinco o diez años, o incluso mañana mismo.

 

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Para satisfacer las demandas del lugar de trabajo actual hay tres habilidades de un directivo esenciales. Será en ellas en las que deba trabajar cada ejecutivo, si quiere seguir prosperando en su carrera profesional.

 

Las habilidades de un directivo que le aseguran el futuro

Ante las primeras señales de advertencia de que las habilidades de un directivo empiezan a perder relevancia, hay que poner soluciones. Muchas están relacionadas con esas tareas rutinarias y fácil de aprender, que probablemente pronto puedan llevarse a cabo por una máquina.

A medida que la inteligencia artificial y los robots reemplacen a los humanos en algunas funciones, ganan importancia las capacidades que diferencian a las personas de las máquinas.

Y, aunque no es fácil prepararse ahora para trabajar en una industria que cambia tan rápidamente, es posible hacerlo teniendo en cuenta cuáles serán las habilidades fundamentales el día de mañana. Entre ellas destacan estas habilidades de un directivo que le ayudarán a mantenerse por delante de la curva del cambio:

  1. Pensar de forma original. El pensamiento fuera de la caja es esencial para cumplir con las demandas del lugar de trabajo del siglo XXI. No basta con tener una base de conocimiento amplia y variada, sino que hace falta saber aplicar los conceptos y relacionar las ideas o principios con hechos o situaciones muy diferentes.
  2. Perfeccionar las habilidades sociales. El proceso de reclutamiento y de promoción interna seguirá estando conducido por personas, al menos en los estadios finales, los de la entrevista personal. Y, en ese escenario, el entrevistador decide dentro de los primeros 60 segundos de conocer al candidato si le considerará o no para el puesto o vacante. Los líderes del futuro tienen que demostrar que pueden colaborar, comunicarse y resolver problemas.
  3. Saber aplicar las habilidades de un directivo a escenarios de la vida real, incluso en los casos más complejos. Esas facetas que no habrían merecido incluirse en el currículum vitae o en una aplicación en el pasado, como diseñar la propia ropa o saber desarmar y reconstruir una placa base, ahora pueden convertirse en características distintivas. Si bien en el pasado, las empresas buscaban conocimiento puro o teórico; hoy se centran en los perfiles capaces de transferir sus conocimientos.

 

Por último, una de las habilidades de un directivo mejor valoradas es la singularidad. Ser único es una ventaja. Las pasiones, ideas y proyectos que entusiasman al ejecutivo, sus aficiones, habilidades y su pasado, su visión del futuro y su forma de relacionarse con los demás pueden ser la clave de un futuro brillante, una oportunidad increíblemente valiosa para destacar.

 

Créditos fotográficos: bernardbodo

 

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