Productividad: definición y factores asociados

En términos generales, la productividad siempre ha estado asociada a la relación entre los resultados que arroja una actividad específica y los recursos que se emplean para su ejecución. Cuanto más eficaz sea nuestra gestión de dichos recursos y mejores sean los resultados, nuestro nivel de productividad será mayor.

Sin embargo, cuando trasladamos esta relación al campo empresarial, es necesario incluir un tercer elemento: el clima laboral.

Por clima laboral no sólo entendemos las infraestructuras, los recursos materiales y la tecnología en general que se pone al servicio de los trabajadores para el desarrollo de sus labores. Es mucho más que eso. También nos referimos a las relaciones y dinámicas que ocurren en el seno de cualquier organización.

Así las cosas, la productividad empresarial tiene que ver con la relación entre las actividades previstas, los recursos que se ponen a disposición del personal, el clima laboral y los resultados obtenidos.

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Factores asociados al concepto de productividad

Sin embargo, decir «recursos», «herramientas» o «clima laboral» resulta impreciso. Todas estas son categorías demasiado amplias que es necesario puntualizar para que podamos comprender mejor el concepto de productividad.

Como resultado de esta puntualización, surgen dos tipos de categorías a las que se  asocian dos tipos de factores: externos e internos. Veamos en qué consiste cada una:

a) Factores internos:

En este caso, nos referimos a todos aquellos elementos que se generan en el interior de la empresa o que dependen de ésta y que tienen una influencia directa en los niveles de productividad de sus trabajadores. Los más significativos son:

  • Calidad de los recursos. No sólo es importante que los recursos sean los más adecuados, sino también que tengan la calidad necesaria para la ejecución de las tareas y que su disponibilidad sea inmediata.
  • Adaptabilidad de la empresa al sector. Las empresas que no se adaptan a los cambios de cada mercado y a la aparición de nuevos competidores son las que más les costará aumentar su productividad y su rendimiento.
  • Nivel de capital. Son los recursos o los activos de una empresa que garantizan la puesta en marcha de planes de crecimiento.
  • Empleo de equipos y tecnologías. Las empresas, además, deben estar al tanto de los cambios y las innovaciones en materia tecnológica, sobre todo si se trata proporcionar los mejores recursos.
  • La motivación. Los equipos de trabajo más motivados son por lo general los más productivos. No puede existir productividad sin motivación.

b) Factores externos:

Por el contrario, en esta categoría se sitúan todos aquellos elementos que no dependen directamente de las empresas, sino que están relacionados con el campo exterior en el que éstas se desenvuelven. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:

  • Los cambios en la industria. Es decir, todas aquellas relaciones, dinámicas, vínculos y negociaciones que ocurren en el entorno en el cual se desenvuelven las empresas, y que es necesario asimilar.
  • Calidad de las materias primas. Los materiales necesarios para la fabricación y el diseño de productos inciden directamente en los resultados obtenidos. Mano de obra materiales están estrechamente ligados.
  • El entorno macroeconómico. Todo lo que circunda a la actividad comercial es importante. Aunque en un principio parezca lejano, factores como los precios en bolsa, los niveles de inversión y la situación de la economía en general pueden condicionar para bien o para mal la hoja de ruta de cualquier empresa.

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1 comentario

Sebastian Fernandez

7 junio, 2016 2:47

Excelente articulo de mucha utilidad, lo compartire.
http://primerotusmetas.com

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