Refuerza la apuesta por la ética empresarial

Hoy la ética empresarial es parte de la identidad de una organización. Y a nadie le sorprende. Es algo que hasta los consumidores exigen, casi un requisito para poder establecer alianzas con otros actores de la industria o lograr buenos resultados en el mercado. Pero no siempre fue así.

Las primeras grandes empresas, surgidas durante los albores de la Revolución Industrial, eran entidades cuyo primer, último y único objetivo era económico. Su meta era alcanzar la máxima producción y el mayor rendimiento sin importar cómo.

Ética empresarial: valor para el negocio

Sin embargo, en la actualidad las empresas ya no deben limitarse a la producción de beneficios (aunque, generalmente, sigue siendo su objetivo número uno), sino que, durante su ciclo vital, deben aportar algo a sus empleados y, sobre todo, a la sociedad.

Es aquí donde entra un factor tan importante como la ética empresarial o la responsabilidad social de la empresa. Esto es, todas aquellas acciones que una compañía realiza para mejorar las condiciones de su entorno.

Dentro de la responsabilidad social de la empresa cobra cada vez más importancia la ética empresarial. Los datos señalan que la apuesta de las empresas por la ética empresarial ha crecido. Cada vez más, las compañías se dan cuenta de la importancia de contar con un sistema integrado de gestión de la ética, probablemente debido a que:

  • Según un estudio de la Universidad de Bentley, el 86 por ciento de los millennials consideran una prioridad principal trabajar para una empresa que se conduce de manera ética y responsable.
  • Los inversores están dispuestos a pagar una prima por empresas que demuestren altos estándares de ética y gobernanza en todo el mundo (Global Investor).
  • La ausencia de ética empresarial eleva el coste de hacer negocios, tal y como demuestran las cifras que recoge este estudio de Josephson Institute.

La percepción de la ética empresarial en su ecosistema

Los sistemas integrados de gestión de la ética se basan en la creación de un código ético, unos principios morales o unos valores. Este código ético se podría definir como el documento corporativo que recoge todas las responsabilidades de la empresa con su entorno y las pautas de comportamiento y actuación que espera de sus empleados.

La ética empresarial es fundamental, tanto en el ámbito interno de la empresa, como para la imagen que la empresa ofrece al exterior. Tener un código ético definido y conocido por todos permite a la empresa construir una imagen más homogénea y tener unas pautas de actuación claras y definidas. Asimismo, permite mejorar la imagen que los clientes o el entorno tienen de la empresa, gracias a unas normas de comportamiento que se rigen por el código ético de la empresa.

La ética empresarial también debe ser aplicada en el trato con la competencia, los clientes, los proveedores o con los propios empleados, ya que es un pilar básico para evitar malas praxis con todos ellos: competencia desleal (con la competencia), mala atención (con los clientes), retrasos injustificados en los pagos (a los proveedores) o condiciones muy poco flexibles (con los trabajadores), por poner algunos ejemplos.

Cabe decir también que la apuesta por la ética empresarial en las empresas no debe ser adoptada únicamente por los puestos directivos, sino que se trata de una base sobre la que tienen que actuar todos los miembros de la compañía, del primero al último, sea cual sea su escalafón jerárquico o área de trabajo. En este sentido, la ética empresarial se erige entonces como una proyección de la ética laboral de cada uno, y viceversa.

En definitiva, la ética empresarial no solo es importante para la imagen de marca, el buen ambiente de trabajo o la imagen que el entorno tiene de la compañía, sino que también ayuda a crear unas pautas de actuación y comportamiento comunes que permiten incrementar la eficacia de la operativa.

 

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ERD Marzo 2016


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1 comentario

Augusto Lopez Contreras

27 abril, 2016 2:09

la Etica en las unidades de negocios actuales ha pasado a un segundo plano. Los dirigentes tanto en el sector privado y mas en el sector publico solo hacen proselitismo politico para alcanzar los mas altos puestos con la sola finalidad de defraudar a las organizaciones y lograr beneficios economicos para ellos.

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