Ventajas de los sistemas de retribución enfocados en el rendimiento

Existen distintos modelos de retribución laboral. Las diferencias se presentan porque las empresas tienen distintos criterios a la hora de reconocer el trabajo y las aportaciones de cada uno de sus trabajadores.

Por ejemplo, para una fábrica de producción en cadena lo más importante será el número de artículos elaborados por un trabajador en una jornada; en cambio, para otra que se dedique al diseño y la elaboración de productos a medida, el factor a tener en cuenta será la calidad de los productos. Como vemos, las prioridades son distintas y, a la vez, también lo serán las formas de retribución.

 

¿Qué es el modelo enfocado en el rendimiento?

De todos los modelos de retribución, uno que sigue marcando tendencia es aquel que se centra en la productividad y el rendimiento de los trabajadores. Es decir, aquel que retribuye a cada uno de ellos en función del esfuerzo realizado. Para ahondar más en este modelo, repasemos otras de sus características:

  • La relación rendimiento-salario es la que marca el modelo. Cuanto más rinda un trabajador, mejor será su retribución.
  • Valora tanto la calidad como la cantidad del trabajo realizado. El término «rendimiento» no sólo se mide en patrones cuantitativos. Poca utilidad tienen las tareas mal hechas o inacabadas.
  • En la retribución por rendimiento se suelen incluir primas e incentivos que complementen la retribución fija.
  • Es un modelo ideal para trabajos marcados por rutinas fijas. Es decir, los trabajadores no modifican sustancialmente sus jornadas y las labores se prestan para ser evaluadas por indicadores y métodos de seguimiento.

 

Beneficios de la retribución por rendimiento

Ahora bien, es posible que muchos jefes o directores de empresa no tengan claro cuál debe ser el modelo retributivo que deben aplicar. De optar por el sistema basado en el rendimiento, algunas de las ventajas que obtendrán son:

1) Se reconocen las habilidades de cada trabajador. Rendimiento no sólo es sinónimo de cantidad. Aunque este modelo no da prioridad a la cualificación, sí que permite a cada trabajador demostrar sus habilidades, capacidades, talentos y aportes. En función de éstos es que se definirá su retribución.

2) Supone el ahorro de costes para la empresa. Al centrarse en los resultados, no todos los trabajadores son retribuidos de la misma manera; algunos recibirán más dinero o incentivos que otros, lo cual supone un ahorro si se compara con compañías con obligaciones salariales fijas.

3) Es un factor añadido de motivación. En cierta forma, los trabajados definen su propia retribución. Es decir, cuanto mejores resultados obtengan para el conjunto de la empresa, mejor será su remuneración. Esto, a su vez, incide en el nivel de compromiso con la empresa y en la calidad de las tareas que se ejecutan.

4) Fomenta la competencia interna. No nos referimos a que los trabajadores de una compañía se peleen por saber quién es más eficiente. Se trata de fomentar un clima de participación e interacción en el que todos aprendan de todos y no se vea afectado el nivel de rendimiento del conjunto.

 

Para terminar, vale la pena subrayar que el sistema de retribución por rendimiento se puede aplicar individualmente, a grupos o al conjunto de la organización. De hecho, es posible combinarlo con otros modelos retributivos.


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ERD Marzo 2016


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