Habilidades de liderazgo para ser un líder 3.0

En el terreno empresarial, los liderazgos han evolucionado según la figura del embudo invertido; es decir, de modelos que centralizaban la toma de decisiones en una única persona o figura, han pasado a una apertura cada vez mayor.

Dicha apertura no es casual. Han sido sobre todo las herramientas tecnológicas y la irrupción de Internet, hace más de dos décadas, lo que ha promovido un cambio sustancial en la manera de entender la dirección de empresas. La autoridad ya no es suficiente; ahora se da más valor a la participación y al intercambio de ideas.

  Si quieres empezar a aplicar el liderazgo transformacional, te enseñamos cómo en nuestra guía: ¿Qué es el liderazgo transformacional y cómo desarrollarlo dentro de tu empresa?

 

La evolución del liderazgo tecnológico

Pero así como se exigen nuevas competencias para la gestión de una empresa, también es necesario actualizarse en temas tecnológicos e informáticos.

Los liderazgos tradicionales, que pueden denominarse como 1.0, fueron reemplazados por el denominado modelo 2.0, el cual supuso el dominio de Internet en su etapa de consolidación y, más recientemente, el uso de herramientas como las redes sociales y las distintas plataformas digitales.

Fue la primera vez que se habló de la necesidad de que los líderes se adaptaran al contexto en el cual se desenvolvían las empresas. Para muchos, esto supuso una opción para actualizarse en temas tecnológicos (alfabetización digital) y vincularse a nuevas maneras de entender y concebir los negocios.

 

Nuevos retos de liderazgo: el modelo 3.0

En la actualidad hablamos de un nuevo modelo de liderazgo, el 3.0, que aún no acaba de definirse pero del cual ya podemos extraer algunos elementos.

Es, en esencia, un liderazgo que recoge las habilidades de los dos modelos anteriores y que, además, suma algunas características típicas de la coyuntura que vivimos, sobre todo teniendo en cuenta la rápida evolución que están experimentando las tecnologías de la información y el papel de los usuarios.

Aunque algunos líderes 3.0 son casi nativos digitales, es decir, que han crecido a la par de las transformaciones tecnológicas de las últimas tres décadas, es preciso que sepan integrar dichas habilidades con otras de la gestión tradicional. Un listado más o menos estándar de sus principales competencias podría plantearse así:

  • Movilidad y dinamismo.
  • Trabajo en espacios compartidos (co-workers)
  • Autogestión.
  • Horarios flexibles.
  • Motivación de sus equipos de trabajo.
  • Flexibilidad.
  • Autonomía e innovación.

Sin embargo, como el centro de casi todas sus actividades está en la gestión de los flujos de información, es necesario que ponga el foco en este elemento. No se trata sólo de la información proveniente de fuentes digitales, sino de la organización en sí misma. Las tres habilidades añadidas en este sentido son:

  • Trabajo colaborativo en red virtual:

El líder 3.0 ya da por hecho la consolidación de las redes y la continua movilidad de la información en el terreno digital. Además, entiende que las interacciones entre negocios y usuarios se realizan en este plano.

  • Autoaprendizaje.

Más que prestigiosas certificaciones académicas o altos estudios, se trata de un líder que es capaz de aprender sobre la marcha hasta dominar las competencias que el contexto le exige. Se actualiza en el día a día.

  • Inteligencia emocional:

Por supuesto, sabe que en el trato directo con las personas que tiene a cargo está la clave para la buena marcha de sus proyectos. Domina sus emociones y las ajenas, y sabe estar en cada situación. Es un líder cercano y proactivo.

 

Post relacionados:

 

New Call-to-action


Entradas relacionadas

No hay comentarios

Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.

Deja un comentario