Coaching coercitivo, un método polémico para motivar

Para motivar a una persona existen numerosos métodos, pero no todos son éticos o pretenden fomentar una motivación positiva para el individuo. Este es el caso del coaching coercitivo, una táctica que ha creado gran controversia por utilizar estrategias agresivas y radicales.

¿Qué es el coaching coercitivo?

El coaching coercitivo es un tipo de entrenamiento motivacional que surgió en los años 60 en Estados Unidos y que ha sufrido cierto desarrollo en Latinoamérica. Pretende motivar al individuo y fomentar su sentimiento de pertenencia a un grupo. Para ello, las estrategias de coaching coercitivo se basan en tres preceptos principales:

• El individuo es el culpable de todo lo que le suceda.
• La razón es un simple estorbo y lo que importa son los sentimientos.
• Lo que ocurre en el grupo se queda en el grupo.

Los talleres de coaching coercitivo suelen consistir en convivencias prolongadas, donde se trata de llevar al individuo a una situación emocional límite, a través de diferentes tácticas:

• Desconocimiento general del objetivo del taller.
• Alternancia de música suave y agradable con sonidos fuertes e irritantes.
• Pruebas personales como criticar a la persona que está enfrente, intentar hacerla llorar o decir quién nos cae peor del grupo y por qué.
• Hablar sobre traumas personales delante del grupo.
• Sesiones largas y casi sin descansos.
• Cambios bruscos de temperatura en las estancias.

El objetivo es sumergirse lo más profundo posible en la parte emocional del individuo y así conseguir que éste destruya y olvide sus patrones antiguos y se centre en aquellos que le indica el coach.

Controversia suscitada por el coaching coercitivo

El coaching coercitivo no es una práctica regulada legalmente y desde numerosos sectores se le apunta como una estrategia dañina para el individuo, encargada de minar su identidad individual y fomentar su sentimiento de sumisión al grupo.

Entre las críticas más frecuentes al coaching coercitivo se pueden citar:

• Como decimos, se trata de una práctica que no está regulada legalmente y, por tanto, los encargados de impartir estos seminarios pueden carecer de cualquier preparación reglada sobre coaching o motivación.

• Es una estrategia que busca apartar el individuo de todo lo que no tenga que ver con el grupo, a través de técnicas como: prohibición de hablar sobre el grupo con terceros, apelar al miedo para continuar el entrenamiento, fomentar la introspección del individuo, etc.

• Las empresas de coaching coercitivo funcionan de forma parecida a una empresa piramidal. Tras pasar una primera fase de iniciación y una segunda de confirmación, en la tercera fase los miembros se encargan de “reclutar” a más personas.

• Este tipo de entrenamiento tampoco es capaz de analizar y tratar los problemas o anhelos de cada persona por separado. El coach se dirige el grupo en conjunto, como si las necesidades de todos sus miembros fueran exactamente las mismas.
• Promueve la alienación, anula la identidad del individuo y le hace crear miedos y temores que refuerzan su dependencia del grupo.

A pesar de que se trata de una práctica muy polémica que ha sido prohibida en numerosos países, en muchos otros lugares todavía existen lagunas legales que permiten la aparición de este tipo de empresas, cuya actividad no respeta los preceptos del código deontológico.

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